La mayoría de los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes de València ha rechazado emprender movilizaciones en diciembre como medida de presión para alcanzar un acuerdo con la dirección por el futuro convenio colectivo. Así, en la votación con urnas que se desarrolló durante toda la jornada del martes, un total de 727 trabajadores votaron no (60 %) frente a 474 (38 %) que se posicionaron a favor, en las mesas instaladas para los diferentes turnos de trabajo, según informó la EMT.

En total participó cerca del 80 por ciento de la plantilla en la consulta promovida por los sindicatos mayoritarios del Comité de Empresa (UGT y CC OO). A estas votaciones con urna se llegó tras anularse la consulta celebrada la semana pasada a mano alzada, y en la que se puso en duda el sistema de recuento.

Las medidas de presión fueron aprobadas en una asamblea celebrada en septiembre pero el Comité de Empresa decidió desconvocarlas anteriormente ante la voluntad de la compañía de seguir negociando un nuevo texto para el convenio colectivo. Antes de la fecha límite establecida para alcanzar un acuerdo, el 30 de noviembre, se volvieron a romper las reuniones y se promovió esta nueva consulta.

Según fuentes de la dirección de la EMT, el mayoritario rechazo a las movilizaciones "abre la puerta a continuar las negociaciones y llegar a un nuevo texto de convenio que favorezca las condiciones de trabajo del colectivo". Así, sindicatos y empresa tienen hasta el 31 de diciembre para llegar a un acuerdo por el que se refundirían diferentes textos de varias épocas (desde 1944 hasta hoy) en uno solo. La EMT asegura que los trabajadores "no van a perder ni un derecho" y que se recogerán las mejoras salariales que han reclamado. Si no se firma el convenio, un tribunal de arbitraje mediará a partir del 1 de enero.