Ayer era festivo y València salió a la calle. La plaza del Ayuntamiento estaba literalmente abarrotada con el carrusel, el árbol y la pista de hielo. Lo mismo sucedía con los alrededores de la Catedral. Pero los numerosos visitantes de los aledaños del Mercado Central se encontraron con una desagradable sorpresa: el Mercadillo de Navidad estaba bajo mínimos. Apenas diez de los 44 puestos permanecían abiertos en la tarde de ayer, algo que también pasó durante la mañana. Toda una contradicción para una venta ambulante que, teóricamente, sirve para cubrir las necesidades de los vendedores y que, a estas alturas de mes, continúa bajo mínimos a pesar de que, oficialmente, podía empezar a venderse desde el día 1 de diciembre.

Esto llevó ayer a situaciones chocantes, como el hecho de que algunos de los vendedores que tenían un puesto de dos metros se instalaran por su cuenta en uno de cuatro para poder vender mejor su mercancía. Los vendedores que sí que están en activo mostraban ayer su indignación: "Si esto es un mercadillo o una feria artesana, tenemos que abrir todos a la vez. Si no, esto es un desastre" decía una de las vendedoras. El ayuntamiento ha dotado a los vendedores de puestos uniformes para ganar en estética y atractivo. Pero son pocos los que, a día de hoy, ya trabajan. "Vendrán la última semana antes de Navidad, que es cuando hay negocio de verdad y ya está. Y otros estamos aquí desde el primer día, aguantando frío y ventas flojas en días flojos. Y si pides más metros, no te los dan, mientras que hay puestos grandes que pasarán los días y seguirán cerrados".

Los puestos tienen adornos luminosos, pero otro de los vendedores echa de menos "que hubiera, por ejemplo, música que ambientara, como sucede en otras ciudades. También en otras ciudades esto de abrir cada uno cuando quiera no se permitiría". Las casetas están dotadas de luz eléctrica y se le pueden poner estanterías "pero tenemos que llevarnos el género si no queremos correr riesgos, porque el toldo con el que se cierra... se puede entrar por debajo. Y de la luz... algunos días hemos encendido los puestos vacíos para que no estuviera ésto tan a oscuras". El ayuntamiento, a través de su concejalía de Mercados, ha solicitado que las ventas que se realicen en estos puestos sean artículos artesanos y de regalo, preferentemente pensados para la Navidad.

El contraste era el mercadillo de artesanía de la Plaza de la Reina (la versión navideña de l'Escuraeta), que durante la jornada de ayer tenía todos los puestos abiertos.