El alcalde de València, Joan Ribó, y la consellera de Obras Públicas, Mª José Salvador, firmaron ayer la adenda al convenio del Área de Rehabilitación Urbana (ARRU) del Cabanyal que prorroga este programa de cofinanciación, con vigencia hasta 2016, y donde se contempla la anualidad de 4,9 millones de euros para 2017. El retraso en la tramitación de este plan ha obligado a reprogramar las anualidades que, en conjunto, suman 14 millones de euros de inversión para el Cabanyal. A través del ARRU, que se enmarcan dentro del plan estatal de vivienda que arrancó en 2013, está previsto rehabilitar más de 600 viviendas. Según los datos facilitados ayer por el alcalde las ayudas económicas para la rehabilitación ya han empezado a llegar a los 200 primeros solicitantes.

Salvador valoró ayer «el esfuerzo realizado por los vecinos y la colaboración institucional para la recuperación de este barrio tan emblemático para la ciudad», que según lamentó «fue abandonado y degradado en los últimos 20 años del PP». Salvador aseguró que el ARRU implica «rescatar edificios, viviendas, personas y oficios». De hecho, «la rehabilitación genera tres lugares de trabajo por cada uno que genera la obra nueva», destacó. Salvador reiteró la apuesta por reactivar la economía y dar una «segunda oportunidad para todos los oficios relacionados con la construcción como la fontanería, carpintería, pintura o electricidad que han sufrido de manera muy drástica los efectos de la crisis». La consellera, no obstante, destacó que «cuesta mucho revertir la situación de abandono de los últimos años».

Máxima diligencia

El alcalde, por su parte, destacó que la prorroga del convenio evidencia que «el plan ARRU funciona y hemos tenido que suplementarlo». Para el alcalde, el hecho de que los particulares hayan empezado a rehabilitar sus casos es «un indicador de que las cosas se están haciendo bien y con la máxima diligencia y máxima velocidad, y de que la situación en el barrio del Cabanyal-Canyamelar está avanzando poco a poco en el camino de convertirse en un barrio como cualquier otro».

Joan Ribó explicó, por otro lado, que el consistorio está trabajando para dar uso a los solares y a las más de 500 viviendas que tiene en el barrio. «Hay muchas posibilidades desde hacer un centro social hasta hacer viviendas» o incluso «trabajar para hacer cooperativas de viviendas que hay una serie de organizaciones trabajando en esta dirección», apuntó el alcalde