El Consorcio Provincial de Bomberos de València realizó ayer un total de 90 servicios hasta las 21 horas. Según apuntan fuentes de la entidad, la mayor parte de ellos estuvo relacionada con las fuertes rachas de viento que sacudieron València.

Desde primera hora de la mañana y hasta medio día, los bomberos realizaron 22 salvamentos y ayudaron a retirar ramas de árboles caídas, como en la calle Alcublas o en la calle Fuencaliente. Por la tarde fue en la Avenida Blasco Ibáñez donde tuvieron que intervenir para evitar que se desprendieran a la vía pública, y el camino de Moncada cortó diez metros por los trabajos que estaban realizando los bomberos, quienes también se desplazaron a El Palmar por riesgo a que cayera la veleta del campanario de la iglesia.

Peor suerte tuvo uno de los alumbrados navideños en la calle San Vicente Màrtir, en el tramo entre Plaza España y la Plaza de San Agustín. El viento arrancó los amarres y la decoración cayó sobre los árboles de la acera sin provocar ningún herido, aunque el tráfico se congestionó debido a los trabajos de los bomberos y el despliegue policial.

Por esta razón, el Ayuntamiento de València ordenó el cierre al público de todos los parques y jardines de la ciudad perimetrados con vallas por la alerta por viento fuerte.Cerró el parque de Benicalap, el Jardín de Monforte, el Jardín de Ayora, el Parque Oeste, el Parque de Orriols, el Jardín de Polifilo, el Parque de Marxalenes, el Jardín de las Hespérides, el Jardín Profesor Antonio Llombart, los jardines de Viveros y las instalaciones del Gulliver. Todos ellos permanecieron cerrados a lo largo de todo el día. Fuentes de la Policía Local explicaron que solo entre las 6 y las 10 de la mañana se realizaron 37 intervenciones. Seis de ellas por el problema más común de la jornada: la caída de ramas de árboles en la vía pública. El resto tuvo que ver con daños a vehículos y el desplazamiento de contenedores por las rachas de aire, sin provocar ningún herido.