Ni una. Por primera vez en la historia, la Cofradía de Pescadores de Angulas del Perellonet ha cerrado la temporada alta de la pesca de este pequeño manjar sin una mínima captura. Ni un kilo, ni 100 gramos, nada. El panorama no puede ser más desolador y las causas del desastre apuntan al bajo nivel de agua de l´Albufera. La falta de lluvias ha sido determinante. Al no desaguar al mar, las crías de las anguilas no pueden subir al lago por las desembocaduras de las golas de Pujol y el Perellonet.

La Cofradía de Pescadores de Angulas del Perellonet la forman unas 70 personas, de las que solo una es pescador profesional. Pero nadie vive de este pequeño pez. Todos tienen la pesca de la angula como un ´extra´ importante para completar las economías familiares del pueblo. En temporada alta, que va del 1 de diciembre a mediados de enero, se ha llegado a pagar la angula a más de 450 euros el kilo. Superado el momento de máxima efervescencia en las lonjas, el precio puede caer incluso a los 150 euros el kilo.

Lo cierto es que la pesca de la angula ha sufrido importantes fluctuaciones en los últimos años, con cierta tendencia a la baja en las capturas, por lo que su futuro es, cuanto menos, preocupante. El año récord fue en 1986, con 636 kilos de la cría de anguila. En la temporada 2013-2014 se alcanzaron los 401 kilos, pero la siguiente bajó a 230. En 2015-2016 se incrementó a 350 kilos y el año pasado volvió a bajar a 226 kilos.

La Generalitat ya recortó de manera importante el periodo de pesca de angula, que actualmente se permite del 1 de diciembre al 31 de marzo. Y solo tres días a la semana. La época fuerte para la captura del alevín de la anguila ha terminado y las compuertas de las golas de Pujol y El Perellonet siguen sin desaguar. Sin agua dulce hacia el mar, las angulas no completarán el recorrido hasta entrar a la Albufera, donde más tarde crecerán hasta convertirse en ejemplares adultos de anguila. Hay que recordar que, además, el 10 por ciento de las capturas se han de entregar a la Generalitat Valenciana, la denominada cuota ecológica para garantizar la supervivencia de la especie.

Los pescadores no ven el día en que llegue a su fin la «perellonà», momento en el que los arroceros dan por finalizada las tareas de inundación de los campos para «fanguejar» y sueltan el agua al lago. El día D es el 15 de enero. Será entonces cuando la Junta de Desagüe de la l´Albufera abrirá previsiblemente las compuertas de las golas y dejará escapar el agua dulce al mar.

Pero los pescadores aseguran que necesitan al menos una semana para que se aclare el agua, ya que los primeros vertidos están muy sucios y la angula es un animal que busca la calidad del agua para iniciar su camino hacia l´Albufera. «Como mucho tendremos dos semanas de agua en las compuertas, y prácticamente una de ellas no podremos trabajar. Muchos ya damos por perdida esta temporada», asegura Francisco Agustí, que explica a este periódico en la Cofradía cómo usan los «monots» para pescar, una especie de jaula para capturar el preciado manjar.

Falta agua

Luis Zorrilla, vicepresidente de la Cofradía y dirigente vecinal de Perellonet, tiene claro quién es el responsable del desastre. «La responsabilidad es que no ha llovido, y no se han cumplido los niveles de otros años. Es cierto que hay intereses de los arroceros, pero está claro que la sequía es la causante del problema», asegura.

Zorrilla también explica que la los anguleros necesitan que se libere de arena la bocana de las golas para que el pez llegue hasta el lago: «La oficina técnica de Devesa Albufera debería haber limpiado la bocana a finales de noviembre, pero pretendían destinar la arena a hacer dunas en lugar de recuperar la playa, que es donde hace falta, por lo que la Cofradía de Pescadores se opuso a esta operación y seguimos con la bocana cerrada».