Uno de los ejemplos con los que se pueden comprender las peticiones del Consell de les Dones es el de la diversidad de género en las Fallas. Desde Lambda, su responsable de Delitos de Odio, Mar ortega, recordaba ayer que cuando empezaron a plantear este tema en la fiesta hace más de 20 años «nadie nos hacía caso». Recuerda como iban a la Junta Central Fallera a leerles una carta para que no se cantara el «maricón el que no bote» y el escaso caso que se les hacía entonces. Ahora, en cambio, y tras varias campañas de concienciación se ha logrado que la práctica totalidad de comisiones no utilicen esta palabra sino otra como «borinot», y también en muchas fallas y monumentos se de otra imagen del colectivo LGTBI.

Ella explica como la creación del Premio Arco Iris, que valora la falla que mejor fomente la diversidad sexual, de género y familiar, se ha conseguido «concienciar mucho e implicar cada vez a más gente y comisiones», aunque todavía son muy pocas las que participan. Ella asevera que «hay evolución, pero es trabajo muy lento y muy constante». Además, añade que es una cuestión también «educativa» porque es un tema que va de « derechos humanos y de respeto».

Por otra parte, lamenta que ninguna falla cuenta, hoy por hoy, con un plan de Igualdad, y las anima a contar con expertos para avanzar en esta materia.