La publicación durante las últimas semanas en Levante-EMV de la historia de la Condesa de Ripalda ha despertado un inusitado interés por la figura de este personaje de la València decimonónica, hasta ahora mucho más desconocida.
El trabajo realizado por el equipo de investigadores Verum Valentia ha permitido conocer en profundidad la vida y obra de la artífice de que en la ciudad se levantara uno de los edificios más singulares de su historia, el Palacio de Ripalda; a la vez que se ha podido conocer en profundidad la historia de su linaje y el legado que ha dejado en la ciudad.
Levante-EMV ha organizado, como colofón a este extraordinario trabajo de recuperación, un homenaje a la figura de Josefa Paulín de la Peña, 122 años después de su fallecimiento y cincuenta después de la demolición del palacio.
El próximo lunes, día 22, a partir de las 19 horas, el Casino Agricultura (en la calle Comedias) acogerá un acto (con entrada libre) que incluirá una conferencia en la que los tres componentes de Verum Valentia (Paco Gascó, Pilar Martínez Olmos y Arturo Cervellera) impartirán una charla sobre la vida y la obra de Josefa Paulín, explicarán las motivaciones y el proceso de investigación que les llevó, como último paso, a encontrar los restos de la condesa, en un pequeño cementerio de París, donde fue enterrada con su familia política. También habrá un turno de preguntas para que todo aquel que tenga alguna inquietud al respecto pueda formularla.
A la vez, los salones de la Agricultura acogerán una exposición en la que se mostrarán a gran tamaño las páginas que Levante-EMV ha publicado, a lo largo de diez entregas, con la biografía y la completa investigación sobre esta aristócrata.
Así mismo, se reeditará el árbol genealógico, cuyas ramificaciones llegan a conocidas familias de la sociedad valenciana. En otro mural se expondrá el árbol genealógico de la rama Marichalar que, a la muerte de la hija de Josefa Paulín, fueron los que heredaron, recuperando una línea dinástica de siglos atrás, el título nobiliario, que actualmente ostenta Amalio de Marichalar, hermano del que fue esposo de la infanta Elena, Jaime de Marichalar. También podrán contemplarse fotografías y documentos que complementan la extraordinaria serie de reportajes que han disfrutado los lectores de este diario.
Apellidarse Gómez-Trenor, Prat, Martínez-Vallejo, Rojas y Cárdenas, Manglano, Neville, Marichalar, Quinto Santos-Suárez... supone tener una relación, más o menos cercana, con la familia Ripalda de tiempos de nuestra condesa. Sin duda, una cita con la historia de esta ciudad para reconocer y homenajear a una «vida de novela».
