Después de casi 48 años observando el tráfico desde las alturas, los vecinos de los barrios separados por la avenida del Cid podrán cruzar a pie de calle, sin necesidad de subir las rampas o escaleras de las viejas y deterioradas pasarelas.

Nou Moles, Tres Forques, Sosternes, La Fontsanta y la Llum serán más accesibles y estarán más integrados en la ciudad. El Ayuntamiento de València procedió ayer a pintar los dos primeros pasos de peatones regulados por semáforos en las pasarelas 1 y 2 de la avenida, las más cercanas a la Central de la Policía Local.

No será hasta el próximo martes cuando comiencen a retirar la primera de las pasarelas, en una operación en la que deberán emplear grandes grúas.

El fin de cinco de las seis pasarelas de la avenida del Cid ya es irreversible (tan solo se mantendrá la más cercana al puente del nuevo cauce del Turia). De hecho, el Ayuntamiento de València procedió ayer a clausurar una de ellas, en el cruce de la calle Burgos. En este tramo ya se ha habilitado el paso de peatones provisional (pintado de amarillo), por el que ayer cruzaban los primeros vecinos con cierta incredulidad después de tanto años sin poder hacerlo a ras del suelo.

También se ha habilitado y se ha abierto el paso de peatones de la primera de las pasarelas, aunque ayer permanecía abierto el paso sobreelevado. En el resto de las tres pasarelas donde se actuará se están adaptando las medianas y finalizando la instalación de cableado para proceder en breve a habilitar los pasos de peatones.

A pesar de las dudas que han surgido entre los vecinos y sobre todo ante el temor de que los vehículos no respeten la nueva señalización, hay que recordar que los nuevos pasos de peatones se han habilitado donde antes ya existían semáforos de detención para los coches, por lo que lo conductores no deberán «aprender» nuevos hábitos.

El desmontaje de las pasarelas es una de las promesas electorales del PSPV y es precisamente el área de Desarrollo Urbano, que dirige el socialista Vicent Sarrià, la que ha impulsado el proceso. Además se está llevando a cabo en coordinación con Mobilitat Sostenible, que se encarga de la señalización.

El próximo martes 23 de enero está previsto que se inicie el desmontaje de la primera de las cinco pasarelas, un proceso que se prolongará en los próximos meses, ya que se retirarán una a una.