El salón de actos del edificio de la Real Sociedad Valenciana de Agricultura y Deportes se quedó pequeño para acoger a los interesados en la investigación que Levante-EMV ha patrocinado en torno a uno de los personajes más icónicos y, simultáneamente, más desconocidos de la ciudad de València, la condesa de Ripalda.

Los tres miembros del equipo Verum Valentia, Pilar Martínez Olmos, Paco Gascó y Arturo Cervellera, que regalan a los lectores con publicaciones periódicas de sus investigaciones sobre la ciudad de València, subrayaron los ahora abundantes datos disponibles sobre la mujer que levantó uno de los edificios más representativos y efímeros de la ciudad.

Julio Monreal, director de Levante-EMV, ejerció como maestro de ceremonias de un evento que congregó a socios del Casino, interesados en la investigación, lectores del diario y un nutrido grupo de nobles más o menos vinculados con Josefa Inés Paulín de la Peña, la Condesa de Ripalda, una mujer de vida azarosa que tuvo dos maridos y que está relacionada con la inmensa mayoría de las grandes familias de València.

Monreal subrayó el carácter simbólico de un acto que se celebró el mismo día que la ciudad festeja a su patrón, San Vicente Mártir. Si los lugares sagrados donde San Vicent estuvo preso, fue martirizado o enterrado estaban ayer abiertos a los vecinos, la Condesa de Ripalda, de alguna manera, se hizo presente a cuatro plantas de altura en la esquina que conforman las calles de la Paz y de las Comedias, una de las direcciones más amables de València.

La jornada fue el definitivo colofón a una serie de diez entregas publicada por Levante-EMV entre el 24 de diciembre y el 14 de enero, como un cuento de Navidad o la emocionante historia de «una mujer fuerte», como la describió Pilar Martínez Olmos.

La condesa, de hecho, nunca fue propietaria de nada, puesto que sólo fue albacea de las propiedades que su hija heredó de sus dos maridos, ambos nobles. El segundo, el conde de Ripalda, fue el que dio nombre a la calle Ripalda, sobre los huertos que fueran propiedad de la familia. El pasaje del mismo nombre, en la plaza del Ayuntamiento, fue obra de la Condesa por la mano de su arquitecto de confianza, Joaquín Arnau.

La exposición irá a Alfafar

La exposición, con siete paneles gigantes y todas las páginas publicadas de la serie, permanecerá abierta toda la semana en el Casino de Agricultura. En unas semanas viajará a Alfafar por deseo de su ayuntamiento, y allí podrá ser vista por quienes no pudieron acceder ayer por exceso de aforo.