El Grupo Municipal Popular ha gastado un total de 46.690 euros de la asignación económica que le correspondía en el año 2016, lo que supone la práctica totalidad del dinero que tenían destinado, y que ascendía a 49.840 euros, llegando, de esta manera, a los niveles del principal partido del tripartito, Compromís, que gastó 47.708, y muy lejos de los otros tres partidos con representación en el hemiciclo. El principal partido de la oposición era el que faltaba por conocer sus gastos que, finalmente, están concentrados en siete conceptos, dos de ellos simbólicos.

El grueso del gasto se lo lleva el empleo de teléfonos móviles. De tal manera que, mes a mes, los recibos se van alternando entre cantidades sobre los 1.500 euros y los 750, aproximadamente, en función al vencimiento de las facturas. Con apenas una cantidad mínima de gasto de correo, los móviles de los concejales y asesores alcanzan los 17.000 euros, más de un tercio de su total de dispendios.

El PP es el que más gasto ha reconocido en materia de representación, con un total de 11.110 euros. Y es que, precisamente, la elevada factura del PP tiene un gasto extraordinario en aquel 2016: los casi nueve mil que se abonaron tras el fallecimiento de Rita Barberá en esquelas y flores del funeral. En aquel momento, los que fueron compañeros de corporación quisieron homenajearla de esta forma. El grupo gastó otros mil euros en esquelas y flores con motivo de otros fallecimientos.

El tercer gran concepto es el relacionado con desplazamiento y manutención: facturas de hotel, aparcamiento, tren, taxi y comidas, que se elevan a 10.248 euros. Del resto de epígrafes, más lejos quedan el de publicidad, que está circunscrito a alojamientos, diseño y dominios web, y que llega a los 4.642 euros. Especialmente llamativo es el gasto en «no inventariables», que incluye mil euros gastados en café.

Compromís acusaba ayer al PP de «continuar ocultando la contabilidad de su Grupo Municipal». «Lo hizo hasta ahora, como se desprende de las investigaciones policiales y judiciales que han servido para apuntar hacia una financiación presuntamente irregular de sus campañas electorales de 2007, 2011 y 2015, y todavía continúa haciéndolo. Así, tras la medida impulsada por el gobierno de Joan Ribó en el Ayuntamiento de València para hacer transparente la gestión y la vida política del consistorio, los grupos municipales han publicado sus gastos pero el PP (con varios días de retraso) no ha publicado que tenía dos cuentas en paralelo. De hecho, han obviado su cuenta en B con ingresos fuera de la legalidad por la que están siendo investigados todos los concejales del grupo popular excepto uno» aseguraba ayer Pere Fuset.

Así, ha instado al PP a explicar «los ingresos de lotería en su cuenta en B, así como el pago a las agrupaciones de distrito del partido, los cheques emitidos o lo que figura como 'aportaciones PP». Fuset remarcaba ayer que «la cuenta en B que el grupo popular no quiere publicar es la misma desde la cual se pagaba a las empresas vinculadas con el entramado de Trasgos y Laterne».