La ciudadanía venía demandándole desde hace años y por fin el paso inferior del túnel de Germanías se ha convertido en un espacio amable para peatones. Los viandantes ahora se sienten protegidos del ruido de los vehículos, cuentan con cámaras de videovogilancia que garantizan la seguridad de las personas y, aquellas con movilidad reducida, disponen de dos nuevos ascensores para cruzar por debajo de las vías del tren.

Las obras de remodelación del túnel de Germanías ya han terminado. El paso inferior luce la mayor parte de las medidas que se han adoptado para convertirlo en un lugar adecuado para el tránsito de peatones, como un panel fonoabsorvente con grandes vanos que elimina la contaminación acústica y ambiental. Las trabajos de reforma se adjudicaron por un importe total de 279.543,95 euros.

Además, se ultima la apertura para la semana que viene de dos ascensores (uno por cada entrada/salida) para hacer el túnel accesible, un sistema de iluminación adecuado y un circuito cerrado de videovigilancia (también previsto para la semana que viene) para garantizar la seguridad de los viandantes. También deben servir para "cazar" actos vandálicos, fundamentalmente pintadas en las paredes blancas que ahora se estrenan

El túnel, con más de 50 años de antigüedad, apenas había sufrido pequeñas modificaciones que, sin embargo, no solucionaban los problemas de inseguridad, las continuas filtraciones de agua o la suciedad constante, amén de un insoportable ruido y polución procedente de los vehículos. El único aspecto que no ha mejorado es el pequeño raíl para bajar con bicicleta.