La fachada del Palacio del Temple ya luce en todo su esplendor después de retirar los andamios y las vallas que la rodeaban. Puede decirse que el grueso de la obra ya está terminado, pero después de ocho años de trabajos aún ha sido necesario hacer un proyecto complementario para reformar los muros y las fachadas interiores, proyecto que tendrá un coste de dos millones de euros y que se adjudicara en el mes de marzo, lo que significa que la obra todavía se prolongará al menos hasta final de este 2018.
Según fuentes de la Delegación del Gobierno, el plan global para acondicionar el edificio como sede de este organismo ya ha finalizado y además se han puesto en valor los restos arqueológicos hallados durante los trabajos, concretamente un tramo de muralla árabe, barbacana, pinturas murales de una casa árabe y dos torres que formaban parte de las fortificaciones del siglo XII de la ciudad de València. Todo podrá ser visitado por el público.
Sin embargo, ese proyecto global, cuyas obras ya duran ocho años, todavía no es completo, ya que se habían quedado fuera, según las fuentes, las fachadas interiores del palacio y ha sido necesario hacer un plan complementario que arranca ahora. La licitación se publicó en el Boletín Oficial del Estado el pasado 5 de diciembre y se han recibido 24 ofertas, de manera que para el mes de marzo podría anunciarse la adjudicación de la obra y para finales de año estar terminadas.
Otros dos millones
El objetivo de este segundo proyecto es recuperar el trazado original de las fachadas. Para ello se procederá a la reparación y limpieza de las mismas, restauración de cornisas, eliminación de huecos realizados en épocas posteriores y reparación mediante reconstrucción de zonas deterioradas. La previsión es que este segundo proyecto cueste dos millones de euros, que se sumarán a los 6,8 que costó el primero, al menos en la adjudicación del año 2012.
