Tras años de deterioro y varios intentos frustrados por falta de financiación, los actuales gestores de la Marina Real Juan Carlos I (actua Marina de València) se han fijado como objetivo inversor prioritario para este año la rehabilitación del Tinglado 2 y la dignificación de su entorno. Los pliegos de condiciones para la rehabilitación del edificio modernista, apuntalado en algunas zonas por su degradación, están pendientes del visto bueno de la Abogacía del Estado y este año está prevista su licitación con un presupuesto de 800.000 euros.

En paralelo a esta actuación, los actuales gestores de la marina han incluido como inversión destacada para el próximo año la regeneración urbana del entorno del tinglado que se ha presupuestado en un millón de euros y que contempla la eliminación del macroaparcamiento no señalizado que funciona en la actualidad en esta zona, por la que. además, pasa el circuito de F1. El trazado en este tramo de la Marina pasará a la historia con el proyecto de peatonalización y creación de una gran plaza con arbolado, elementos de sombra, juegos y zonas deportivas anunciado ayer por el Consorcio.

La intervención contempla además una reordenación «ligera» del tráfico en el entorno de J. J. Dómine, eliminando plazas de aparcamiento y carriles. La actuación está enfocada a mejorar los accesos desde la avenida del Puerto y la plaza de la Armada Española, así como a la ordenación el estacionamiento (rotativo) y las circulaciones interiores de La Marina.

Los coches que ahora estacionan de forma irregular a ambos lados del vial interno de la Marina se dispondrán en una sola hilera delimitada en la calle J. J. Dómine y se corregirá la duplicidad del tráfico de paso existente entre el vial de servicio y los viales urbanos.

Esta reurbanización queda pendiente del visto bueno del consejo rector del Consorcio, donde están representados el Gobierno (con derecho de veto en decisiones económicas), la Generalitat y el Ayuntamiento de València. El director de Estrategia de la Marina, Ramón Marrades, confía en que el Gobierno dé luz verde a esta actuación, que se calcula podría generar unos retornos de 280.000 euros anuales al Consorcio. «Es necesario un esfuerzo inversor en la mejora del espacio público», apuntó Marrades. Esta es precisamente una de las principales mejoras que las empresas concesionarias de la Marina.

Los gestores de la Marina insisten en que este espacio (lastrado por una deuda de más de 400 millones de euros por las obras de la Copa del América que el ayuntamiento reclama al Gobierno que asuma) ya está dando beneficios.

El plan estratégico de la Marina de València (2017-2021) prevé convertir el entorno del Tinglado 2 en una gran plaza pública que aproximará físicamente La Marina a los barrios cercanos. Una vez autorizado el gasto, la obra podría adjudicarse este verano y quedar finalizada en el verano de 2019. Esta reurbanización sería el primer paso en la reversión del circuito obsoleto de la Fórmula 1, servirá de modelo a la futura mejora del entorno de los Tinglados 4 y 5, y constituirá el primer tramo de un amplio paseo arbolado perimetral de un kilómetro de longitud.