Las obras de la primera fase del Parque Central vuelven a retrasarse. La UTE formada por Dragados y Pavasal que ejecuta las obras ha solicitado una ampliación del plazo de entrega de las obras hasta junio de este año. El parque, adjudicado en 2015, tenía un plazo de ejecución de 22 meses, que se ha visto superado por La dificultad para obtener la totalidad del suelo y por otros imprevistos relacionados con la descontaminación de los suelos. La última fecha que dio el alcalde, Joan Ribo, para la finalización de esta emblemática obra era marzo de este año. Sin embargo, ahora el plazo se retrasa al menos hasta junio.

El motivo del retraso en la obra, según informó el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, es la necesidad de cambiar el revestimiento de granito de las fuentes del parque, entre ellas la lamina de agua de grandes dimensiones con juegos de luces diseñada por la autora del parque, la paisajista Katrhyn Gustafson, que preside la entrada principal por la calle Filipinas. «Hemos detectado que el color de la piedra difiere entre unas partidas y otra de piedra y queremos que se sustituya para que haya un acabado homogéneo», explicaba ayer Sarrià.

El modificado de obra para la sustitución de la piedra defectuosa de las fuentes, que además cuesta de conseguir en las cantidades que se requieren para el Parque Central, tendrá que ser aprobado por la dirección facultativa de la obra, en manos de las ingenierías valencianas, Nova Ingeniería y Grupo TEC. El concejal de Desarrollo Urbano apuntó con todo que la ejecución de la primera fase del Parque Central, que comprende el 40% del ámbito de este pRque Urbano de 28 hectáreas, va a «buen ritmo» y ha entrado «en la recta final» para tratarse de una obra de esta envergadura y confió en que este finalizada «para junio e incluso si es posible para mayo». Tres décadas después de ser en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del consistorio valenciano, ahora es cuando el Parque Central había iniciado la cuenta atrás. De ahí que Ribó se atreviera a adelantar hace meses que la primera fase de de este megaproyecto podría inaugurarse a principios de marzo, es decir dentro de unas semanas escasas. Cosa que ahora no podrá ser tras lo visto con el granito de las fuentes.

La ejecución de esta primera fase arrancó en mayo de 2015, tras sortear numerosas trabas, entre ellas la negativa del dueño de un concesionario de coches (Juan Giner Ballester) a desocupar una parcela incluida en el ámbito.

Además de avanzar en la instalación de los distintos pavimentos, de las pérgolas y elementos de sombra y el mobiliario urbano, otro frente abierto es el del derribo de las construcciones que ocupan el suelo residencial lucrativo. Es el caso del lavadero de coches que había en la esquina de la calle Filipinas, donde va una torre residencial. Su demolición ha dejado libre y lista para edificar una parcela de casi 1.700 metros cuadrados y 16.850 m2 de techo, valorada en 8,5 millones de euros.