María Dolores Jiménez Díaz (València, 1967) no elige el escenario de la entrevista de forma baladí. De la Plaça de la Verge tiene gratos recuerdos familiares, como la comunión de sus hijos, o su participación en la Ofrenda. Entró en política para cambiar cosas, pero admite que el «egoísmo» y el «partidismo» le han provocado algún momento de asfixia. La renuncia al acta de su compañero Santiago Benlliure destapó desavenencias internas con el portavoz del grupo municipal, Fernando Giner. Ella se niega ahora a hablar de ninguneo. Pero reclama más espacio y un mayor reconocimiento interno, y externo, a la labor de todos los ediles de Ciudadanos.
P ¿Por qué entró María Dolores Jiménez en política?
R Yo era empresaria, autónoma, pero la empresa empezó a ir mal. Luego pasé a trabajar en el sector sanitario, tanto público como privado, y me di cuenta de que mis hijos no iban a tener un futuro como el que yo esperaba para ellos. Pasé de tener tres trabajos a quedarme en el paro. Fui entonces consciente de la corrupción y de lo que estábamos sufriendo los ciudadanos en nuestras carnes. Estaba bastante amargada, me metí en internet y vi el proyecto. Escuché a Albert Rivera en 2013 y me sentí muy identificada. Mi hijo me dijo que meterme en política era lo peor que podía hacer y yo le contesté que la idea era entrar para cambiar esa percepción.
P Dos años y medio después de entrar como concejala, ¿sigue creyendo en el proyecto de Ciudadanos?
R Sí. He tenido momentos de tristeza por no poder cambiar aquello que creo que hay que mejorar. Sacar a los bomberos del Marítimo, porque el puerto no daba ni mil euros al ayuntamiento por ese servicio... Pedir chalecos (diferenciados) para las mujeres policias. Y me da tristeza que finalmente sea un partido u otro el que se acabe agenciando las cosas. Muchas veces me he ahogado,porque no he venido a la política para hacer daño a nadie, sino para trabajar en equipo.
P Cuando renunció al acta Santiago Benlliure, trascendió el malestar de un sector de los concejales con el portavoz Fernando Giner. Se habló entonces de «ninguneo» y de que éste era el que acaparaba todo el protagonismo.
R No comparto lo que ha hecho Benlliure, pero lo respeto. Es amigo además de compañero, pero no puedo hablar por él. En el tiempo que ha estado ha hecho un gran trabajo. Y lo he pasado muy mal. Yo no creo ni que seamos ninguneados ni que reclamemos más protagonismo, pero sí queremos que la ciudadanía conozca lo que estamos haciendo. Todos tenemos derecho a tener nuestro espacio, que se sepa quién es María Dolores Jiménez.
P ¿Cuál es su queja entonces?
R Más bien es una sugerencia y es que dentro de un grupo político a todos nos tienen que dar un espacio para que la ciudadanía sepa cuál es nuestro trabajo.
P ¿Va a seguir usted los pasos de Benlliure?
R A fecha de hoy, no. Si me fuera enfadada no les dejaría el acta. Me quedaría en el grupo de los no adscritos, pero no quiere decir que me vaya. Para lo que queda de legislatura es una tontería dejar el acta, seguiría con mis temas. Queda mucho por hacer y voy a seguir luchando por el proyecto.
P Después de la salida de Benlliure y de que trascendieran las divergencias en Ciudadanos, ¿ha hablado usted con Giner?
R No.
P ¿Por qué?
R No me ha llamado, ni hemos tenido la oportunidad de sentarnos a hablar.
P ¿Y eso no es un poco extraño? La gente no entiende las maneras de los políticos y además está un poco harta de estas cosas.
R Eso deberías preguntárselo a él. Yo solo digo que soy parte de ese grupo y quiero estar informada de todo. Aquí no hay una persona sola, ni solo una voz que hable. Mi síndica (Mari Carmen Sánchez) da juego a todos en las Cortes. Ha cohesionado al grupo para que cada uno de sus compañeros tenga su espacio.
P El grupo de Ciudadanos de las Cortes se escindió hace meses. ¿Cree que puede pasar lo mismo con el grupo municipal?
R Esperemos que no. Deseo que no, pero cada uno ha de aportar lo mejor que tiene. Ciudadanos es un proyecto necesario para el país y para esta Comunitat.
P ¿Se presentaría a unas primarias para competir con Fernando Giner?
R Por qué no. No lo descarto.
P José María Bravo, el edil que entrará por Santiago Benlliure. ¿Le conoce?
R No lo conozco. No sé quién lo puso en las listas, pero abandonó el proyecto. Desde el momento que una persona con recursos económicos se da de baja es porque no cree en el proyecto, mientras que otros compañeros afiliados, estando en el paro, han seguido pagando su cuota. Desde que en 2015 desapareció, no lo he visto nunca.
P Se llegó a relacionar a Bravo con el grupo de Transparencia, una corriente muy crítica con la dirección de Ciudadanos.
R Entrar como independiente al final de la legislatura lo puedo entender si eres Vargas Llosa, pero si eres Chema Bravo, no. Una persona que abandona el barco es porque no cree, no porque no tuviera los veinte euros de la afiliación. Compañeros que lo han pasado muy mal siguen estando. Está en su derecho de coger el acta, porque es suya, pero si hiciera un análisis yo no sé si lo haría. Si era de los críticos, que yo no lo sé, no creo que pueda defender mucho las siglas de Ciudadanos.
P Pues se presenta un final de legislatura movido y eso que las encuestas les son muy favorables para las municipales.
R Es bueno que haya diferentes corrientes o diferentes modos de ver las cosas. No vine a callarme o a decir sí buana. Dentro de mi grupo municipal somos personas muy diferentes, cada uno con su perfil. No me considero díscola, pero sí con carácter. Si para alguien soy incómoda es su problema, pero soy así. No voy a cambiar, y no quiero cambiar.
