La suspensión de nuevas licencias para hoteles y apartamentos turísticos en Ciutat Vella ha tenido acogida desigual. Los hoteleros valencianos califican la medida de «lógica, prudente y razonable viendo el desmadre que hay con los apartamentos turísticos y la saturación de algunos barrios de la ciudad», en palabras del presidente de la Unión de Hoteleros de la Provincia de València, Ximo Solà.

Para los vecinos de Ciutat Vella, en concreto, para el colectivo Amics del Carme se trata de una moratoria «descafeinada» que llega tarde porque ya hay 70 solicitudes (47 para hoteles y 23 para apartamentos turísticos) en trámite que no se verán afectadas.

Y es que la cifra del casi medio centenar de solicitudes para el cambio de uso de residencial a hotelero en el centro histórico facilitadas este lunes por el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, ha causado sorpresa entre los propios hoteleros.

«Somos los primeros sorprendidos». «Teníamos noticia de 13 proyectos de nuevos hoteles en la ciudad, por eso el dato de 47 nuevas solicitudes nos resulta muy llamativo y en todo caso nos parece un número excesivo».

Para los hoteleros esta cifra evidencia que «se está produciendo una nueva burbuja inmobiliaria en torno al turismo, que está provocando la gentrificación de algunos barrios y la expulsión de los vecinos fuera de la ciudad».

Para los hoteleros es tiempo de pararse a analizar el modelo turístico de ciudad que se quiere y de «hacer inventario de lo que hay». Solà valoró la importancia de los hoteles proyectados en edificios históricos del centro histórico, en muchos salvándolos de la ruina, para la la recuperación del patrimonio, si bien insistió en que hay «evitar que los barrios pierdan su esencia, su gastronomía y aquello que les da atractivo y acaben convertidos en parques temáticos».

El portavoz de Amics del Carme, Toni Cassola, por su parte, dudó de la eficacia real de esta medida y apuntó que la moratoria a los hoteles impulsada por la Concejalía de Desarrollo Urbano no aborda el problema de los apartamentos turísticos.

Es un problema que se ha estado negando y que quedó en evidencia en los talleres participativos que se hicieron el año pasado al hilo del nuevo plan especial de Ciutat Vella.

«Es más una declaración de cara a la galería porque en realidad no se está atacando al problema de fondo que es la proliferación de apartamentos turísticos en los edificios residenciales». «El mal ya está hecho», remachó el portavoz vecinal, quien avanzó que mañana jueves el colectivo intervendrá en el pleno para pedir que la moratoria se amplíe a los apartamentos turísticos en edificios residenciales (no solo a los edificios enteros de apartamentos turísticos) y también al terciario hotelero ya previsto en el planeamiento.