El gobierno municipal pedirá al equipo redactor del nuevo plan especial del Cabanyal que «reformule» el documento, todavía en fase de borrador, para que no se construyan viviendas sobre el jardín y las zonas deportivas de la calle Doctor Lluch.

Tras las protestas de los vecinos por este motivo, el propio alcalde, Joan Ribó, aseguró ayer que a él tampoco le gustaba la idea y luego el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, confirmó que el Govern de la Nau pedirá la modificación.

«Este plan a mí tampoco me satisface. Lo digo ahora, pero ya lo dije en la Junta de Portavoces del pasado lunes. A mi compañera Gloria Tello, que es la presidenta del distrito, tampoco le satisface; y esta posición es compartida por todos los grupos que estuvieron en esa junta de portavoces», explicó Ribó tras comprobar el enfado de los vecinos. Y es que a su juicio «una zona verde es una zona verde y hay que conservarla».

El alcalde precisó que esta oposición a la construcción de viviendas sobre un jardín «no quiere decir que ese plan no sirva para nada». «Respetando elementos claves que plantean los vecinos, hemos de avanzar en esa dirección», añadió.

Para Ribó, «permeabilizar el Cabanyal hasta el mar es una idea buena en la que hay que intentar avanzar», lo mismo que estaría muy bien que los terrenos del puerto que están detrás de la policía se pudiera permeabilizar también, dijo, pero «la idea de respetar la zona verde es muy razonable», insistió. El alcalde no precisó si hay que eliminar algunas de las 1.500 viviendas previstas o redistribuirlas, un trabajo que según dijo, deberán hacer los técnicos.

Amoldarse a los vecinos

En ese sentido, el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, cuyo departamento realizó el encargo de elaboración del plan especial a través de Aumsa a los arquitectos Gerardo Roger y Luis Casado, insistió en que lo que se ha presentado es una propuesta, con unas directrices, que a su juicio, «se han malinterpretado» y que se revisarán en todo caso para «amoldarlas» a lo que digan los vecinos.

El concejal socialista ya advirtió a Compromís y València en Comú en la junta de portavoces del pasado lunes de las «discrepancias» que habían surgido entre los vecinos y los urbanistas que redactan el plan especial.

Sarrià apuntó que la eliminación de las 500 viviendas en las dos unidades de ejecución de Doctor Lluch que reclaman los vecinos obligará a revisar las previsiones de vivienda social. El borrador del plan prevé, como se ha publicado, la construcción de 1.500 nuevos pisos, el 60% de protección oficial, y la obtención de siete millones de plusvalías con las que se financiaría en parte la rehabilitación y regeneración del barrio.

La portavoz de València en Comú y concejala de Patrimonio, María Oliver, apuntó ayer que en la asamblea vecinal celebrada el martes en el Ateneo Marítimo y en la que los autores del plan especial trataron de explicar y defender sus propuestas, quedó en evidencia el «rechazo» y el «desencuentro» de la mayoría de colectivos vecinales con el plan.

María Oliver destacó que lo que se ha avanzado de la propuesta, todavía en fase embrionaria, «es muy abstracto», si bien, a su juicio, no se justifica la recalificación de dotaciones en ningún caso. La concejala manifestó que la necesidad de construir nuevas viviendas «tiene que justificarse» y en todo caso incidió en que los vecinos «deben entender que hay que buscar el equilibrio económico».

De hecho, la portavoz de València en Comú destacó que el plan especial «se tiene que hacer, sea más o menos ambicioso».