Una de las voces más críticas ayer sobre la licitación de la ampliación de la V-21 era la de la asociación ecologista Per l´Horta. Su portavoz Josep Gavaldà afirmaba con rotundidad que «hacer tres carriles no soluciona el problema del tráfico» y que supone «un maltrato de los recursos públicos llevándose, además, por delante la mejor huerta de València».

Él aseguraba que el argumento de Fomento ni siquiera se sostiene porque «los expertos en gestión de tráfico, ya desde los años 90, indican que este no se lleva a cabo con más infraestructuras, sino gestionando mejor la demanda». Y recuerda que en unas jornadas llevadas a cabo en Meliana el 3 de marzo ya quedó patente que «la V-21 no es una infraestructura saturada».

Para Per l´Horta, el problema es que «no podemos ser todo al mismo tiempo. No podemos ser una ciudad industrial, capital de la alimentación y amable con los espacios naturales». Y argumenta que «no tiene sentido que hagas una política de apaciguamiento del tráfico y de disminución del mismo, pero, al mismo tiempo, inyectes más tráfico a la ciudad a través de sus accesos».

Él asevera que «el paisaje mejor conservado de la huerta valenciana» está en las zonas que se verían afectadas por este proyecto y añade que es un plan «prescindible y que no solucionará los problemas que anuncia solucionar».

Para Gavaldà esto se sitúa más en el contexto de una política nacional que quiere «justificar que invierte en València» pero que lo hace «de la peor forma posible». Y sentencia: «Queremos inversiones, pero que sean necesarias y no nos perjudiquen. Esta es un disparate y hay otras obras muchos más urgentes» y pone ejemplos claros como la finalización de la línea de metro T2, la conexión ferroviaria con Teruel, la abandonada línea Xàtiva-Alcoi o la línea de Sagunt a Francia.

Gavaldà también pone el acento sobre el govern de la Nau: «Ni PSOE ni Compromís han estado a la altura», recrimina, y se refiere a las «tibias» palabras de Ribó así como a la contradicción del PSPV que «en les Corts no se opuso al proyecto», algo que sí hacía a nivel municipal. Él pone de manifiesto que hay que hacer políticas de infraestructuras para adaptar las ciudades a los efectos del cambio climático» algo que «es ignorado por todo el mundo».

El portavoz de per l´Horta mantiene una esperanza y esta no es otra que el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, «aplique la tijera en estos proyectos porque el nivel de gasto en este tipo de infraestructuras ya se está viendo que es desproporcionado».