Las procesiones de la tarde en el Domingo de Ramos sirvieron para que las imágenes de la Semana Santa Marinera fueran llegando a los locales sociales y domicilios de clavarios para conformar uno de los aspectos más espectaculares y más de moda en la fiesta: no ya la secular exhibición de las mismas, sino la creación de una «ruta» para verlas todas o casi todas. Como si de una ronda de Sección Especial se tratara, cada vez son más las personas que acuden al distrito para contemplar tanto las imágenes como los adornos florales que las rodean. Una decoración que cambiará a partir del Sábado de Gloria, cuando el ánimo pase del luto a la esperanza de la Resurrección. Cristos y Vírgenes fueron llegando a los locales e inmediatamente empezó el trabajo de ornamentación a base de flores, cirios y cortinajes, que ponen a prueba la imaginación de los encargados del mismo. Afortunadamente para la Semana Santa Marinera, esta multiexposición no se banaliza con un concurso ni nada parecido. Sí que hay que poner en ocasiones mucha imaginación para convertir un simple garaje en un improvisado altar. Porque las imágenes, al fin y al cabo, están para verlas, admirarlas y, de paso, rezar ante ellas quienes tienen verdadera fe. Hay imágenes que, a lo largo de la semana, abandonarán estas sedes para salir en procesión.

Lo normal, si se quiere contemplar todas, es hacerlo de norte a sur o viceversa o simplemente elegir un lugar céntrico (el Mercat del Cabanyal, por ejemplo) para hacer primero un barrio y luego los otros dos.