San Vicente Ferrer empieza sus celebraciones en la jornada de hoy, martes, pero lejos de altares o templos religiosos. Es en el teatro de la ONCE, en la Gran Vía Ramon y Cajal, donde, ante un reducido grupo de incondicionales (que serían muchos menos si no se cuentan a los que van por inercia, los familiares de los niños) que ven la puesta en escena de los «miracles». Es la faceta competitiva, llevada en ocasiones a límites innecesariamente extremos y en el que los altares pueden competir echando mano de atrezzo y de unas buenas condiciones de sonido, algo que será mucho más difícil cuando repitan las representaciones en los altares. Las obras en las que se narran pasajes de la vida de Vicente Ferrer, reales, inspirados o simplemente creados ex profeso, empezaron a representarse siglos atrás, cuando la ciudad de València no tenía tanto ruido ambiental, lo que las hacía mucho más comprensibles que cuando se escuchen el domingo y el lunes.
El concurso que organiza Lo Rat Penat reunirá a lo largo de tres jornadas, los días 3, 4 y 5, desde las tres y media de la tarde, a unos cuadros actorales con niños de hasta 14 años que han tenido que retomar deprisa y corriendo los ensayos, pues en esta ocasión los festejos se producen nada más acabar ese parón obligado que son las Fallas. Los más previsores llevan meses ensayando ocasionalmente.
Curiosamente, el estreno será con el altar del Tossal, el vigente defensor del título y ganador en muchas de las últimas ediciones salvo la de 2016, cuando el Pilar les arrebató la supremacía. Tras el Tossal actuarán el Carmen, la Pila Bautismal, Russafa y Almàssera.
El miércoles será el turno, sucesivamente, de Meliana, Xirivella, La Canyada, Mercado de Colón y Mercado. Cerrarán las representaciones el jueves los altares de Riba-roja, Pilar, Mocadoret y Mar. El veredicto se conocerá el viernes, día 6.
Los festejos vicentinos de 2018 se presentan como el punto de partida del Año Jubilar con motivo del sexto centenario de la muerte del «Pare Vicent», que tendrá lugar el 5 de abril de 2019; es decir, antes de la celebración de los festejos vicentinos de dicho año.
Precisamente, un año antes, el próximo jueves, tendrá lugar el «Anuncio» en la Catedral, que consistirá en una conferencia a cargo del dominico Fray Vito Gómez, sobre «San Vicente Ferrer, hombre de su tiempo y de hoy».
Apertura de año santo
El mismo día grande, el lunes 9, se procederá a la apertura del Año Santo con una misa en la Catedral a cargo del cardenal Antonio Cañizares. Tal como establece el Arzobispo en un decreto, la diócesis de Valencia contará con 14 templos jubilares durante el Año Santo Vicentino, seis de ellos en la ciudad de Valencia, concretamente la Catedral, la iglesia de la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer, la parroquia de San Esteban Protomártir, la iglesia castrense de Santo Domingo, la Basílica de San Vicente Ferrer y la parroquia de San Vicente Ferrer. Según lo establecido en el decreto, «podrán obtener el don de la indulgencia plenaria los fieles cristianos que estén verdaderamente arrepentidos de sus pecados, cumplan debidamente las condiciones acostumbradas y participen en la misa presidida por el Arzobispo en la Catedral de Valencia, en la apertura y clausura del Año Jubilar», que tendrán lugar el 9 de abril de 2018 y el 29 de abril de 2019, respectivamente.
El decreto del «Año Santo Jubilar con ocasión del VI Centenario del Tránsito de San Vicente Ferrer, patrono de la Comunidad Valenciana» firmado por el Cardenal Arzobispo de Valencia también indica que podrán obtener la indulgencia plenaria «los fieles que, durante el Año Jubilar, visiten o asistan a la Eucaristía o acto jubilar o piadoso, o al menos dediquen un tiempo razonable a la plegaria, de modo particular por las intenciones del Papa» en alguno de los templos jubilares, así como «las personas mayores, los enfermos y los que por causa grave no pueden salir de sus hogares, con las condiciones habituales».
