El Ayuntamiento de València ha llegado a un principio acuerdo con la inmobiliaria Guadalmedina para desbloquear el conflicto de Tabacalera. La promotora no pedirá una indemnización de 45 millones de euros por la parcela perdida en la vieja fábrica de tabacos y a cambio recibirá dos parcelas en la zona de la Avenida de Francia con la misma edificabilidad. De esta forma, el ayuntamiento resuelve el problema sin pagar indemnización alguna, aunque el «peaje» está en la propia naturaleza de esas dos parcelas, pues forman parte de terrenos más amplios calificados como educativo, uno, y como zona verde, el otro.

El conflicto surge después de que el Tribunal Supremo confirmara la sentencia que declara nula la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que permitió rehabilitar Tabacalera, derribar las naves laterales y ceder terrenos a la inmobiliaria Guadalmedina para construir dos torres de viviendas de lujo, una de las cuales ya se han construido.

Se trata de una sentencia firme y, por tanto, el consistorio tiene que ejecutarla, por lo que en el pleno municipal de 25 de mayo acordó por unanimidad encargar al Servicio de Planeamiento redactar y tramitar un nuevo plan para el ámbito afectado. Su objetivo es recuperar el uso de equipamiento público de la Antigua Fábrica de Tabacos; recuperar el uso residencial del edificio levantado en la calle Micer Mascó 42 en aras de la seguridad jurídica y en garantía de los derechos de los propietarios de las viviendas; y posibilitar la reconstrucción de las naves laterales del edificio de la Antigua Fábrica de Tabacos.

La amenaza económica

Además, se hacía obligatorio eliminar la edificabilidad privada de la parcela con fachada en la calle Micer Mascó, que, a fecha de hoy, se encuentra pendiente de edificación, por lo que es necesario trasladar la edificabilidad a otro punto de la ciudad con valor urbanístico similar.

La inmobiliaria Guadalmedina, de hecho, reclamaba una indemnización de 45 millones por la pérdida de esa parcela, por lo que ha sido necesaria una importante negociación que ha acabado con un principio de acuerdo que permite a la empresa mantener la edificabilidad en un suelo privilegiado y al ayuntamiento salir del paso sin coste alguno.

En concreto, el consistorio le ha cedido a Guadalmedina una parcela triangular recayente a las calles Penya-Roja y Ríu Escalona; y otra parcela recayente a la Calle 3 d'abril de 1979.

La primera forma parte de un terreno más amplio calificado como educativo, aunque Sarrià ha asegurado que eso no impedirá que se construya un colegio, pues la Conselleria de Educación exige que el solar sea rectangular y así es como queda.

La segunda, por su parte, está integrada en una zona verde. Y Sarrià asegura que el vecindario «seguirá disfrutando de un jardín de 7.400 metros cuadrados en un área de la ciudad que, además, está por encima de los estándares dotacionales».

Ahora, una vez desbloqueado el conflicto, se llevará adelante el nuevo planeamiento y finalmente se firmará un convenio con Guadalmedina que recoja estos detalles. Sarrià recuerda que el origen de este conflicto es la mala gestión que hizo el PP en su día y explica también que la inmobiliaria tenía que recibir terrenos de igual valía a los que ha perdido, lo que ha obligado a pensar en esta zona de la ciudad sin perjudicar las dotaciones previstas.