Los juegos, los talleres, los mercadillos solidarios y el resto de actividades socio-culturales que desde el año 2011 se venían desarrollando en el solar Corona (Calle Corona, 16) acabarán en menos de un mes. Sí, porque el propietario del lugar ya ha informado a la asamblea que gestionaba este espacio, por mutuo acuerdo, que da por finalizada la cesión y que, por tanto, deben abandonar de forma inmediata cualquier tipo de actividad en el mismo.
La Asamblea Solar Corona, tras conocer esta decisión, hizo un comunicado en el que dijo que decidieron que «la despedida será pacífica, sin resistencia, respetando el acuerdo con el propietario». Lo cual no implica que no se planteen qué hacer de cara al futuro más cercano: «Nos preguntamos, ¿qué papel tiene la sociedad civil en la construcción y disfrute del espacio público?» y también «si tienen futuro estos movimientos o se diluirán en la próxima burbuja inmobiliaria».
Una de las entidades con más experiencia en el barrio, Amics del Carme, indicaba ayer a Levante-EMV que esperan que esta circunstancia sirva para reflexionar y para buscar otros espacios similares que pudieran estar disponibles: «Es una pena que se cierre, pero este tipo de proyectos son así. Hay más espacios en Ciutat Vella, hay más solares que podrían cumplir esta función», indicaba su portavoz, Toni Cassola.
Él matiza que gran parte de estos espacios están en manos de la iglesia y de las administraciones públicas, por lo que pide también su colaboración. En la misma medida, y como ya hicieron en 2011 cuando se empezó a gestar el Solar Corona, muestran su predisposición a ayudar a la Asamblea a reubicarse: «Esta es una buena ocasión para que esta buena experiencia tenga continuidad en otro lugar. Es una iniciativa que le corresponde a la asociación, pero estaremos encantados de colaborar con ellos y facilitar cualquier gestión con la administración», auguraba Cassola.
Un parque público
Cabe matizar que este solar se subdivide en una parte privada de 472 m2, que es donde se ubicarían las nuevas viviendas. Y de una pública, de 162 m2, en la cual hay proyectada una plaza para uso y disfrute del vecindario.
Cassola valora positivamente que se vaya a construir porque si bien mientras está vacío un espacio «es conveniente darle un uso como el que se le ha dado». No es menos cierto que «también está bien que se mueva y que se creen más viviendas». Aquí pone el acento en que sean eso, «viviendas residenciales y no más apartamentos turísticos».
Él remarca que la experiencia llevada a cabo durante los últimos años ha sido «interesante y exitosa. Se han hecho muchas actividades». Y reitera que «si tienen interés y tienen pensado algo estaremos encantados de ayudar».
Desde la asamblea recuerdan que los inicios del solar Corona se llevaron a cabo «sin ayudas públicas y con mucha voluntad de transformar su ciudad». Así fue como «acondicionamos y llenamos de vida un solar hasta entonces sólo lleno de basura. Y gracias a ello ha sido utilizado por los vecinos y por diversas entidades públicas y privadas para hacer actividades sociales y culturales». Así como en un espacio «de encuentro vecinal, pulmón verde, huerta urbana y herramienta de empoderamiento social».
