El Consorcio València 2007 ha sacado a licitación por 25 años la Estación Marítima del puerto. Este edificio, inaugurado en la década de los 80, lleva varios años cerrado y sin uso y la aspiración del Consorcio, el órgano que explota la Marina Real Juan Carlos I, es convertirlo en un centro de empresas emergentes o «startups».
El adjudicatario del proyecto tendrá que invertir entre dos y tres millones de euros para acondicionar el edificio al nuevo uso y convertirlo, al menos en parte, en un espacio permeable y abierto al público. Además de espacios de reunión y trabajo, el pliego de condiciones permite usos completementarios comerciales y de restauración.
En la remodelación que se haga del edificio, que cayó en desuso por la puesta en marcha de la nueva terminal de pasajeros, se deberá tener en cuenta el hotel proyectado en la parcela de al lado que, según el planeamiento de la marina, podría tener hasta 30 alturas, aunque su diseño y volumetría están aún por definir. En el mismo sentido, se deberán tener en cuenta las conexiones con el Tinglado 4, en proceso de desmantelamiento tras su último uso como boxes de la F1, y de la base 6.
Al menos tres inversores han manifestado su interés por quedarse con la antigua estación, ubicada en un emplazamiento estratégico. Se trata de Circuit Planet y de dos fondos de inversión especializados en «startups». Eldiario.es informaba ayer de que la división de startups de la Caixa también podría estar interesada por la antigua estación.
El objetivo es que el edificio contribuya a la creación de un ecosistema de innovación basado en la incipiente concentración geográfica de startups y empresas innovadoras instaladas ya en La Marina. El Consorcio ha marcado una serie de requisitos en los pliegos de condiciones que la adjudicataria deberá cumplir.
Así es fundamental que se propongan alianzas o acciones con otros centros de innovación tecnológica nacionales e internacionales y con entidades sectoriales regionales, nacionales o internacionales. Este centro de innovación debe solventar el problema de la dispersión en el sector de las startups que impide optimizar los recursos.
Además, la planta baja del edificio deberá disponer de una parte permeable y accesible al público con el objeto de acercar los espacios de La Marina al ciudadano y que sean partícipes de las actividades que aquí se desarrollan. El adjudicatario podrá ubicar en la fachada sureste una zona de terraza.
La Estación Marítima se inauguró en la década de los ochenta para atender al tráfico de pasajeros con las Islas Baleares. Con motivo de la Copa del América, en 2007 se reconvirtió en centro de prensa, que también estuvo operativo durante la celebración de la F1 en València. Finalmente, en 2012 la estación albergó un punto de recepción de pasajeros, que solo funcionó unos meses.
La empresa que se quedé finalmente la estación marítima debería abonar un canon mensual de 13.300 euros al Consorcio València 2007, una nueva fuente de ingresos para este organismo que arrastra una deuda con el ICO de 465 millones de euros por las obras de la Copa del América, a la que habría que sumar otros 60 millones de euros de un crédito del Santander.
El plan de negocio que ha diseñado el Consorcio y que pondrá el próximo 16 de mayo sobre la mesa a los representantes del Ministerio de Hacienda cifra entre 40 y 80 millones de euros la deuda asumible de la marina. Esa es la cantidad que el Consorcio podría devolver en función a los ingresos que genera. El Consorcio confía en que el resto de la deuda sea asumida por el Gobierno central.
