Las obras de renovación de las canalizaciones de agua potable que ejecuta el Ayuntamiento de Valencia entre la plaza Tetuán y Guillem de Castro han sacado a la luz nuevos restos de las murallas cristiana (siglo XIV) e islámica (siglo XI). El Servicio Municipal de Arqueología apuntan a que los grandes sillares de piedra que se han encontrado frente al puente de la Trinidad podrían corresponderse con la Puerta de la Trinidad o «dels catalans» de la muralla cristiana, una hipótesis que los arqueólogos, que tampoco descartan pudiera ser otra puerta islámica (la de Bab Al-Warraq), han de confirmar en los próximos días. El halllazgo de esta puerta pone de manifiesto en todo caso que la muralla cristiana, derribada en 1865 para construir el Ensanche, estaba más cerca del actual pretil del río. Los arqueólogos creen que los sillares que se utilizaron en su construcción son de alguna construcción de época romana, como podría ser el puerto fluvial, que se habrían aprovechado para construir la puerta siglos más tarde.

Solo a unos metros del Puente de la Trinidad, en la plaza Teodoro Llorente, también han aparecido los restos de otra muralla, la islámica, del siglo XI, de la que se ha sacado a la luz un tramo de 18 metros de largo y 2,25 metros de ancho. Los arqueólogos creen que en esta zona, ubicada a pocos metros del palacio del Temple, se podría localizar durante estas mismas obras una puerta y el torreón de Ali-Bufat, conservados al quedar integrado en el recinto amurallado construido en época cristiana. Esta torre, de grandes dimensiones, está recogida en las crónicas como el punto en el que Jaume I izó el pendón de la conquista en su entrada a Valencia. El concejal del Ciclo del Agua, Vicent Sarriá, visitó ayer los restos arqueológicos que serán documentados, se protegerán con una malla geotèxtil y arena y, posteriormente, se cubrirán para poder continuar con las obras de canalización, que cuentan con un presupuesto de 2,8 millones de euros y que deben terminar en julio. El concejal descartó la posibilidad de recuperar los restos arqueológicos, tal como se hizo en el túnel de la Pextina, donde se integró la base de un torreón de lamuralla cristiana.

El hallazgo de las murallas a un lado y otro de la marginal izquierda del río, una zona donde ya habían aflorado restos arqueológicos de época romana, cristiana e islámica, complica, en el caso de que el proyecto se lleve adelante, la construcción de los túneles de Serranos previsto en el plan de protección del entorno de esta otra puerta de la muralla cristiana (la única que se conserva junto con las torres de Quart). La peatonalización del entorno de Serranos a través de la prolongación del túnel de la Petina es un proyecto antiguo del ayuntamiento que el Govern de la Nau ha hecho suyo. Los hallazgos arqueológicos también complicarían la construcción de la futura L10, que acaba de retomar la Generalitat.