Monitoras del servicio de comedor de la escuela Infantil Municipal de Pinedo han presentado en el registro de entrada del Ayuntamiento de València un escrito en el que reclaman que se mantengan sus puestos de trabajo para asegurar que este centro tenga una «calidad educativa».

En el texto estas empleadas -un total de 9 en la actualidad, algunas de ellas con más de 12 años de antigüedad- explican que han sido «conocedoras» de que en el pliego de condiciones para optar a gestionar este comedor «se prescinde en el próximo curso de siete monitoras de comedor, ya que se establece que las empresas contratantes solo contarán con dos monitoras de comedor y una encargada del mismo». El ayuntamiento licita este servicio por 161.701 euros anuales por dos años.

Las monitoras rechazan que esta medida suponga un ahorro de costes para el consistorio que repercuta en las familias, puesto que la diferencia en la cuota sería de unos 20 euros pero implicaría «una reducción de personal que iría en detrimento de la calidad de la enseñanza», ya que al hacerse cargo del comedor la totalidad de la plantilla de profesores «les limitará y les imposibilitará en sus labores pedagógicas, didácticas y de organización y planificación del curso, convirtiéndose la escuela no en educativa sino asistencial».

Inciden en que esta «pérdida de trabajo y experiencia» de este personal del comedor, que atiende actualmente a más de 80 niños, supondría «interferir en el funcionamiento de una escuela con 20 años de experiencia».