La Autoridad Portuaria de València (APV) decidió ayer aplazar un mes la decisión sobre si rescata la concesión de Unión Naval, espacio en el que ha proyectado ahora ubicar la futura terminal de cruceros. Esta «moratoria» se produce después de que el alcalde, Joan Ribó, solicitara en el consejo de administración de ayer un tiempo para estudiar las necesidades en materia de movilidad en la zona, ante la posible «avalancha» de pasajeros que se pueda producir, dado que además, la futura terminal tendrá un carácter integral y abarcará tanto cruceros como ferrys nacionales e internacionales.

La Autoridad Portuaria había previsto en un primer proyecto que la terminal para cruceros se construyera en la ampliación norte del recinto, pero ahora estima que tendría más sentido unificar en el muelle de Llevant tanto la de cruceristas como la de ferrys nacionales e internacionales.

El Ayuntamiento, sin embargo, pidió ayer participar en la toma de decisiones respecto de la terminal de cruceros planteada por el puerto, para analizar «conjuntamente» las «posibilidades» al respecto y «consensuar una propuesta con todas las garantías de solidez y adecuación a las necesidades que ello conllevaría».

A juicio del consistorio, «es una decisión trascendente y la ciudad debe poder opinar y consensuar las mejores soluciones junto con el puerto, ya que el resultado final debe ser beneficioso para ambas partes». Este ha sido el posicionamiento del alcalde en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, ya que en él se proponía «un nuevo cambio de ubicación para la llegada de cruceros, volviéndolo a trasladar en esta ocasión al Muelle de Llevant».

«La opinión de la ciudad debe contar en la toma de decisiones de este calado, y por eso se necesita un análisis de la propuesta y sus consecuencias para la ciudad», precisaron las mismas fuentes municipales.

Por su parte, el presidente de la APV, Aurelio Martínez, dio cuenta tras el Consejo de Administración del puerto del aplazamiento de la votación del punto en el que estaba previsto aprobar el rescate del astillero dedicado a la reparación de buques del Grupo Boluda (Unión Naval). En todo caso, confía en mantener su idea de sacar la adjudicación de las obras antes del verano para que su ejecución esté concluida a finales de 2019.

Dada la cercanía de la futura terminal a la ciudad, el consistorio quiere analizar los problemas en movilidad que pudieran derivarse para «tomar las medidas oportunas», señaló Martínez, por lo que a lo largo de este mes mantendrán diversas reuniones para tratar el tema.

Reordenación global

El proyecto, que implicará reordenar toda la zona del astillero y todo el espigón Turia norte, prevé una «única terminal para ferris y cruceros simultáneamente», que llevará aparejada un área de aparcamientos relativamente próxima. Además, las fuerzas de seguridad también «avalan» la terminal integral para pasaje nacional e internacional, puesto que les resultará «más cómoda la vigilancia si todo está concentrado», apuntó Martínez.

Asimismo, señaló que habrá que hacer un concurso, se buscará un «posible concesionario, operadores que presentaran un proyecto propio». El proyecto de la terminal recupera el Plan Estratégico de Cruceros de la APV, que evaluaba diferentes alternativas para instalarla, ha recordado por su parte director general de la APV, Francesc Sánchez.

El Grupo Boluda, propietario de Unión Naval, mostró «predisposición» para alcanzar un acuerdo sobre su concesión de esta área, aseguró el presidente de la APV, quien precisó que en todo caso el rescate es «parcial».