Los transeúntes avezados que caminaban, en 2010, por la plaza del Ayuntamiento podían ver un punto de recarga de vehículo eléctrico. Era una cabina azul que llamaba la atención y hacía que más de uno se parara, pero la verdad es que sirvió para poco más porque, como indicaba ayer el ahora concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, «nunca funcionó bien y se acabó quitando (en 2013)». Ese fue el triste final del que se anunció como el primer punto para la recarga de vehículos eléctricos en toda la Comunitat Valenciana. Ahora, ocho años después, el ayuntamiento presenta una iniciativa que va mucho más allá de ese gesto testimonial y que pretende instalar, en una primera instancia, 12 puntos repartidos de forma estratégica por toda la ciudad. Este plan, que se empezará a gestionar este año y a colocar los puntos de recarga en 2019, fue presentado ayer por el alcalde Joan Ribó y por el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, en el marco de la Electric Movements, que finaliza hoy en la Plaza del Ayuntamiento.

«Este plan marca un antes y un después respecto a la apuesta del Ayuntamiento por la movilidad eléctrica en nuestra ciudad. Es cierto que hasta 2015 no se había hecho absolutamente nada para favorecer el uso de vehículos no contaminantes en València. Y que empezar desde cero, cuando otras ciudades nos llevaban muchos años de ventaja invirtiendo en mejorar la vida de su ciudadanía, ha sido un obstáculo muy grande que solventar», comentaba Grezzi.

El alcalde destacó que «nadie duda del avance de la movilidad eléctrica. Hay patinetes, bicis y coches eléctricos. Es el futuro y, por ejemplo, solo desde el punto de vista económico, solo es necesario que la gente haga un pequeño cálculo sobre lo que necesita gastarse en combustible por cada 100 kilómetros y que luego compruebe el precio del kw/h, ocho o nueve veces más económico».