La posibilidad de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) incluyan 38 millones de euros para el transporte metropolitano de València se vio ayer nuevamente frustrada en la reunión que mantuvieron en Madrid el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, y representantes de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio. Según dijo la secretaria general de Financiación Autonómica y Local, Belén Navarro, el Ministerio de Hacienda «no atenderá» la petición que se hizo desde la Generalitat y más de medio centenar de ayuntamientos. El argumento es que esa propuesta ha llegado cuando los presupuestos ya estaban tramitados, aunque desde el Consell se han mostrado las numerosas cartas enviadas al ministerio abundando en esta petición. Todo lo que se consiguió es crear una comisión bilateral para estudiar la situación del transporte metropolitano de València de cara a futuros presupuestos.

Para Soler, la reunión fue «absolutamente decepcionante» y lamentó que «a estas alturas el Gobierno de España sea incapaz de entender el hecho singular del área metropolitana de València».

«Llueve sobre mojado porque este maltrato no afecta solamente a las condiciones de vida de la gente, sino también a costes diferenciales de nuestras empresas respecto a otros territorios, por lo que tanto la economía como la sociedad valenciana están discriminadas», apuntó el conseller a la salida del encuentro.

Críticas a Ciudadanos

Por otro lado, tanto Compromís como el Partido Socialista han censurado el anunció de Ciudadanos de incluir una enmienda en los Presupuestos del Estado para destinar una partida de 10 millones de euros para el transporte metropolitano. La secretaria general del PSPV-PSOE de la ciudad de València y teniente de alcalde, Sandra Gómez, considera «insuficiente» e «injusta» esa cantidad, mientras que el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, ha tildado esta propuesta de «paripé antivalenciano».

Gómez lamentó que Cs proponga que los valencianos del entorno metropolitano «se conformen con una sexta parte de lo que recibe un ciudadano de Barcelona», mientras que Grezzi señaló que esta idea «perpetúa la inferioridad del transporte de València respecto al de Madrid, Barcelona o Canarias».