«La demonización del valenciano tiene que quedar en el olvido. Es una estrategia del pasado para dividirnos como sociedad». Estas fueron las palabras que ayer enunciaba Vicent Moreno, presidente de Escola Valenciana, en la XXXI Trobada d´Escoles Valencianes, que esta vez acogió la pedanía valenciana Castellar-l´Oliveral. Un encuentro entre cincuenta colegios por la defensa de «la escuela que queremos», la que incluye el valenciano como «elemento integrador de la sociedad», indicó el presidente.

Así, 25.000 personas se reunían en esta jornada que vela por la tradición y el patrimonio de la cultura valenciana que «cohesiona a sus habitantes», mientras disfrutaban de batukadas, dolçainas y tabalets, danzas populares, cuentacuentos y talleres escolares. «El valenciano es nuestra lengua, nuestra historia. Tiene la misma trayectoria como cualquier otro idioma del mundo y todo lo que sea enseñar a niños cosas nuevas en valenciano es cultura, es aprendizaje, es conocimiento», indicó ayer Isabel García, directora del CEIP Giner de los Ríos.

Uno de sus alumnos, Eric Bernadeu, ayudaba en el puesto que este colegio había instaurado en la Plaza de la Virgen de Castellar donde los más pequeños se acercaban curiosos para aprender a hacer chapas con las que decorar mochilas y chaquetas: «Es importante que estemos aquí, el valenciano es un puente para aprender otras lenguas y relacionarnos con todo el mundo, independientemente de su origen».

Mientras, Vicent Mauri, portavoz de Intersindical Valenciana, reconocía la importancia de estos encuentros para salvar del olvido la lengua: «Han servido y mucho. Gracias a la resistencia de muchos centros se ha podido mantener viva la llama del valenciano en momentos que pusieron en jaque su supervivencia».

Se refería a la fortaleza de centros como el IES Barri del Carme, el Lluis de Santangel o el Tomas de Villaroja, que ayer participaron en el encuentro. La directora de este último, Consol Pérez, explicó cómo desde el centro hacen lo imposible para que sus alumnos comprendan que el valenciano no ha sido, ni es, una «lengua de segunda». «Lo ideal sería que el valenciano se usara en las calles de València tanto como en cualquier otro pueblo. Pero intentamos suplir esas carencias desde el colegio, enseñando la mayoría de nuestras asignaturas en valenciano, a excepción del inglés, plástica, educación física o castellano, para que el alumnado comprenda su importancia», indicó la directora.

El mensaje parece haber causado efecto en su alumnado. Lucía Fernández y Sara de la Casa (de nueve y diez años), a pesar de tener el castellano como lengua materna, reconocieron entre risas que les encantaría hablar también en valenciano en educación física «y, por nosotras, en todas las que fueran necesarias».

Nueve mil personas en Alicante

Alrededor de 9.000 personas y una treintena de centros se reunieron para celebrar la Trobada en Alacantí, Alicante. Todos los asistentes disfrutaron de una chocolatada, un centenar de talleres ecolares, exposiciones y juegos populares en este marco festivo y reivindicativo por la lengua. La semana próxima más.