El pasado 17 de abril nació a la vista del público una cría de chimpancé en el grupo reproductor de la subespecie «Pan troglodytes verus» que habita en Bioparc València. Para los progenitores, Moreno y Natalia, era su primer descendiente y el primer nacimiento dentro del grupo. Y desde el inicio se pudo observar un comportamiento ejemplar y totalmente natural, por lo que nada parecía presagiar lo que sucedería la madrugada del 27 de abril. Ese día los cuidadores apreciaron a primera hora de la mañana una inmovilidad anormal en la cría que les hizo sospechar lo peor e, inmediatamente, mantuvieron a la madre y cría en observación hasta que finalmente corroboraron el fallecimiento.

Facilitar el «duelo»

Desde entonces, el equipo técnico ha favorecido que el comportamiento habitual de los chimpancés siguiera su curso, por lo que se decidió no retirar el cuerpo para permitir que la madre y el grupo fueran conscientes de la situación, aceptaran la pérdida y realizaran el «duelo».

Como ha sido el caso, este proceso puede durar varios días, en los que esta singular especie muestra todo un repertorio de actuaciones que evidencian su dolor y elevado grado de percepción de la muerte de un individuo de su «familia». Finalmente, a última hora de ayer se realizó la necropsia para confirmar que no había ninguna malformación y únicamente se observó el poco desarrollo de la cría, lo cual se relaciona con el elevado porcentaje de muertes perinatales entre los chimpancés.

Para todo el equipo del parque ha sido una pérdida muy triste, aunque son conscientes de la buena noticia que implica confirmar la fertilidad del grupo. Bioparc Valencia alberga uno de los grupos reproductores de esta subespecie en grave peligro de extinción, por lo que en parte «en sus manos» está garantizar la viabilidad y diversidad genética de estos chimpancés. El grupo de Bioparc está formado un macho de 30 años y cinco hembras.