Con la llegada del buen tiempo y el aumento exponencial del uso de la motocicleta en València, estos vehículos se convierten en habituales de las aceras de la ciudad. Una gran parte de sus propietarios estacionan de manera irregular, ya que la ordenanza solo permite aparcar las motos en aceras de más de tres metros de ancho, mientras que está prohibida dejarlas en zonas peatonales. Sin embargo, estos días encontramos decenas de ejemplos repartidos por toda la ciudad en el que la normativa no se cumple.

A pesar de que el Ayuntamiento de València ha triplicado el número de estacionamientos para motocicletas pintados en la calzada, todavía siguen siendo insuficientes para el gran parque de motocicletas (53.939 unidades) y ciclomotores (23.775) censados en la ciudad. Así, según las últimas cifra que hizo públicas la Concejalía de Mobilitat Sostenible, hasta agosto del año pasado los diferentes barrios contaban con un total de 5.204 aparcamientos para vehículos motorizados de dos ruedas.

La cifra de estacionamientos para motos pintadas en la calzada sigue aumentado mes a mes, según explican desde la concejalía, ya que con cada actuación nueva de reurbanización y reordenación de una vía se aprovecha para señalizar nuevas plazas para motos, siempre en la calzada.

Sin embargo, y sobre todo en el centro de la ciudad, la oferta es insuficiente. Es fácil encontrar la calle de las Barcas o la calle Colón repleta de motos bien estacionadas, al igual que la plaza del Ayuntamiento, pero también otras calles como Garrigues, la avenida del Oeste, Correos, Pérez Pujol o plaza Rodrigo Botet donde las motos ocupan las estrecha aceras ante la falta de estacionamientos.

Incluso en la calle Xàtiva, donde hay plazas pintadas, muchas veces los motoristas aparcan en el carril que quedó liberado tras la construcción del Anell Ciclista y en el que está expresamente prohibido estacionar, con campañas puntuales de sanciones de la Policía Local.

València contaba en 2014 con solo 1.980 plazas pintadas en la calzada y en los tres últimos años se incrementó en un 162,8 por ciento esta oferta, con 5.204 aparcamientos hasta agosto de 2017. Se intenta habilitar los nuevos estacionamientos antes de los pasos de peatones para aumentar la seguridad de los viandantes. Las motos en las aceras representan un grave problema para las personas con movilidad reducida, además de ser muy molestas en zonas de especial relevancia turística.