La Hermandad de los Seguidores de la Virgen de los Desamparados inauguran por primera vez un local desde su creación en 1948 a instancia del entonces arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea.

Su presidente, José Luís Albiach, explicó ayer que desde su fundación, hace ahora 70 años, «nunca había existido una sede» y siempre se han reunido en el «domicilio particular» de su anterior presidente. Ahora, el espacio situado en la céntrica calle Corregeria servirá como punto de encuentro para sus 424 miembros y, sobre todo, será un lugar «donde conservar la documentación» de toda la trayectoria de la organización, subrayó Albiach, para quien es de vital importancia «cuidar los 70 años de historia en esta sede».

El local fue bendecido anoche por el rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, Jaime Sancho, y por el vicerrector, Álvaro Almenar.

Además, Albiach señaló como objetivo «engrandecer» la hermandad y recaudar más fondos para la asociación Mare de Déu dels Desamparats (Maides), con la que colaboran en las viviendas tuteladas por la fundación donde residen personas que padecen enfermedades mentales.

El principal cometido de la hermandad es acompañar a la Mare de Déu en sus salidas de la Basílica, tanto para visitar otras localidades como el domingo, cuando se trasladará a la Catedral de València. Albiach reconoció que los más de 400 miembros aportan «en mayor o menor medida», pero de forma más activa lo hace un centenar de ellos.