La apertura a los falleros de las «dansaes» tradicionales de la Verge ha roto las expectativas. Se ha pasado de 9 parejas de baile en 2015 a 240 parejas anoche. «No lo esperábamos», aseguró ayer José Ramón Peinado, presidente de la Federación de Folklore de la Comunitat Valenciana, de donde forman parte 163 grupos. Mapo Romeu, representante de Alimara y una de las impulsoras de la «dansà» hace ahora cerca de 40 años, aseguró que al ayuntamiento «se le había ido de las manos». Hace un mes, el consistorio explicó la organización del evento y la participación de falleros en ella, más la polémica decisión de trasladar al viernes el baile de la Fallera Mayor, Rocío Gil, y su corte, junto al resto de falleros. La federación, el grupo Alimara y los representantes de los municipios estuvieron de acuerdo, pero nadie esperaba respuesta fallera. Romeu y Peinado coincidieron en que «habría que apostar por la calidad, y no por la cantidad».

La principal queja se basa en el espacio que ofrece la plaza a los bailarines. Peinado no rechazó la participación fallera ni considera que haya «oportunismo», por el contrario, valoró que cada vez baile más gente. Eso sí, subrayó el «descontrol» a la hora de aceptar todas las solicitudes. «Tendrían que delimitar las parejas, que no se apunte quien quiera, organizarlo de alguna manera», señaló, y propuso la participació