La concejalía de Cultura Festiva se mostró «satisfecha» ante las cuatro convocatorias de «dansà». Sobre todo, por la participación «histórica» y la «calidad creciente», según explicó el edil Pere Fuset. La participación de los cientos de falleros durante la jornada del viernes fue «un éxito» porque la organización fue posible -eso sí, formando tres círculos en lugar de uno solo- pese a los temores iniciales de no tener suficiente espacio en la plaza. Y hubo una mención a la participación «absolutamente lógica» de la fallera mayor, Rocío Gil, y su corte de honor, con el resto de falleros.

Precisamente esta participación permitió «elevar los participantes a una cifra récord» y, sobre todo, alargar los festejos a la Mare de Déu un día más. Los grupos de baile fundadores, como Alimara, reconoció la buena organización de la «dansà» tan multitudinaria que, pese haber tenido que hacerla en tres círculos, «fue muy bien», declaró su representante, Mapo Romeu, quien valoró además el cumplimiento de horarios en todas las convocatorias. También se mostró satisfecho José Ramón Peinado, de la Federación de Folklore, organizador junto al ayuntamiento de los bailes.

La «dansà» de los pueblos, considerada la más purista, se organizó de una forma que no interfiriera «con las celebraciones litúrgicas» de la Basílica, con quien la Concejalía ha mantenido durante toda la organización una conversación fluida. En concreto, con la Salve solemne que estaba prevista también para ayer por la tarde.

Fuset quiso subrayar el consenso entre los grupos de baile y el consistorio para seguir dignificando el baile si bien «la unanimidad es imposible».