La recuperación de la fachada del siglo XIII del ábside de la Catedral de València está atascada en la Dirección General de Patrimonio, dependiente de la Conselleria de Cultura, que no da autorización para derribar el muro construido entre los siglos XVIII y XIX para tapar la, entonces denostada, arquitectura gótica. La catedral terminó en 2013 la primera fase de recuperación de la fachada gótica dejando a la vista su particular sistema de desagüe «en cascada» y confiaba entonces en dejar ese mismo año a la vista el resto de los elementos ocultos por el muro, con su derribo hasta el suelo. Sin embargo, el proyecto, que en su momento financió la Conselleria de Cultura, no se culminó entonces ni se ha llevado a cabo tras el cambio de gobierno.
El arquitecto restaurador de la Catedral, Salvador Vila, urgió ayer, en línea con las declaraciones a este diario del responsable de Patrimonio del cabildo, Jaime Sancho, a desbloquear los permisos porque los absidiolos ocultos se están deteriorando como consecuencia del agua que no se evacúa bien cada vez que llueve. «Llevamos más de tres años esperando», se lamenta el arquitecto, quien asegura que no se trata de un tema de financiación, puesto que la Catedral asume el coste del derribo y la recuperación de las capillas, que se calcula en 250.000 euros. «Nos dicen que es un tema de falta de personal, pero ya no sabemos qué pensar», apunta Vila. Las fuentes de la Conselleria de Cultura consultadas ayer por este diario no concretaron los motivos del retraso.
Vila dejó al descubierto la parte superior de las capillas absidiales góticas de la parte exterior del ábside. En la intervención se quitaron las cubiertas de teja inclinada y se recuperaron las albardías, ménsulas, contrafuertes y gárgolas que pueden verse por encima de la cubierta que aún queda en planta baja. Así como parte de las ventanas góticas de siete metros de altura que en su mayor parte aún siguen ocultas.
Vila recuerda que los responsables del patrimonio son sus dueños y apunta que si no se da licencia puede haber problemas con la estabilidad de algunas zonas, muy afectadas por la carcoma.
El ayuntamiento inició hace décadas un proceso para sacar a la luz el estilo gótico de la catedral, que ahora está bloqueado.
El restaurador de la Catedral tampoco ocultó ayer la preocupación que genera al Cabildo el proyecto de remodelación de la plaza de la Reina, un «obrón» que generará molestias y en el que ni se les ha consultado ni se han tenido en cuenta las necesidad es de la Catedral que preside la plaza.
