La proposición no de ley aprobada en las Corts Valencianes para que el convento de Santo Domingo, sede del Cuartel General de Alta Disponibilidad (antigua Capitanía) sea traspasado al Consell para su apertura al público ha provocado una brecha en el grupo Compromís, que ha sido la formación que ha impulsado esa propuesta. Mientras la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el alcalde de València, Joan Ribó, respaldan esta iniciativa, el presidente de las Corts, Enric Morera, introdujo importantes matices en ese discurso. Desde el «respeto a la decisión de las Corts», recordó que los militares han sido los que han conservado este importante patrimonio y que el edificio ya es visitable desde que se adhirió al programa de Palaus Transparents de la Generalitat Valenciana.

En principio, nada hacía pensar que esta proposición no de ley, apoyada por el PSPV y Podem, pero aprobada con la abstención de Ciudadanos y la oposición del Partido Popular, generara discrepancias en Compromís, que en otras ocasiones había tenido pronunciamientos similares.

Ayer, de hecho, Mónica Oltra recalcó que se trata de «un mandato de la mayoría parlamentaria de las Corts» para que el convento de Santo Domingo «esté en manos de los valencianos como patrimonio cultural de primera magnitud que es». «No hay que olvidar -dijo- que es un edificio gótico, de los que no hay muchos, y el nivel de uso de la ciudadanía queremos que sea más intenso». Así pues, aseguró que la Generalitat se da por enterada de ese mandato de las Corts y a partir de ahora empieza «un proceso para ponerlo en marcha».

En la misma dirección, Joan Ribó explicó que el convento de Santo Domingo es patrimonio de todos los valencianos y que «se ha de buscar alguna solución en la línea de lo que han planteado las Corts». A su juicio, es importante que este edificio «se pueda utilizar y visitar como el resto del patrimonio», por lo cual respalda la proposición aprobada en la cámara autonómica.

La sorpresa vino cuando precisamente el presidente de las Corts, Enric Morera, de la misma formación que Oltra y Ribó, intervino ante la prensa para matizar su posición en este sentido. «Se han de respetar las decisiones de las Corts -dijo-, pero me gustaría puntualizar que desde hace un par de años el acceso y la visita a Santo Domingo, a través de la campaña Palaus Transparents, es una realidad; que lo ha visitado muchísima gente; que es accesible y por tanto es un patrimonio del Estado accesible».

Por otro lado, destacó «la atención que tuvo Capitanía para conmemorar allí el 600 aniversario de la creación por parte de las Corts de la Generalitat Valenciana».

Y en última instancia, «tenemos que recordar que València ha perdido mucho patrimonio -tres murallas, puertas...- y que este complejo monumental está en perfecto uso gracias a la presencia de la capitanía militar, por tanto hay que agradecer este aspecto». A partir de ahí Morera cree que «todo se puede hablar y se puede dialogar», siempre desde el respeto a las posiciones de las Corts, insistió.

Cierre de filas en el PSPV

En el PSPV el discurso es el mismo en el ponente Fernando Delgado, la concejal Sandra Gómez o el síndic, Manolo Mata. La primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de València asegura que está «completamente» de acuerdo con el texto de las Corts. «Únicamente se pide que sea un convento accesible y que sea gestionado por la Generalitat, una petición normal porque tampoco el inmueble es imprescindible para el Ejército», opina Sandra Gómez, que recuerda que ella es la responsable de Turismo y que, por tanto, está muy interesada en esta cuestión.

Por su parte el síndic en las Corts, Manolo Mata, entiende que el inmueble ya ha sido desmilitarizado en la práctica porque ya hay un número muy escaso de militares en el recinto, por lo que cree que la polémica creada es estéril.

Pero, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, considera que en la petición de la desmilitarización del Convento de Santo Domingo de València, sede de Capitanía, existe un trasfondo «nacionalista» y una corriente contra las Fuerzas Armadas al frente de la que sitúa a Compromís. Moragues que ayer asistió al acto del 174 aniversario de la fundación de la Guardia Civil aseguró que la voluntad del Gobierno de España es que los militares sigan en el antiguo convento de Santo Domingo.

«Trasfondo nacionalista»

«Existe un trasfondo nacionalista entre personas que creen que aquellos edificios donde hay dependencias del Gobierno de España no son merecedores y el Gobierno de España es menos valenciano que el Gobierno de la autonomía o de algún ayuntamiento», añade Moragues.

«El Gobierno de España es cuanto menos tan valenciano como el resto porque nosotros representamos a todos los españoles y, entre ellos, a todos los valencianos», añade el delegado. «Quienes no quieren aquí al Ejército miran solo aquellos patrimonios históricos que están siendo ocupados por el Gobierno de España cuando la Generalitat y los ayuntamientos tienen también dependencias propias en monumentos de interés cultural y patrimonial».

A su juicio, en la moción aprobada por las Corts con el apoyo del PSPV y de Compromís, la abstención de Ciudadanos y el voto en contra del PP «hay un trasfondo nacionalista y es una corriente que va contra las Fuerzas Armadas».

«Las Fuerzas Armadas hacen que tengamos una vida segura, reine el orden y la paz y estemos en una democracia», por lo que Moragues está «en desacuerdo con las corrientes antifuerzas armadas».

«La voluntad del Gobierno es que los militares se queden en el Convento de Santo Domingo, uno de los palacios más visitados de la ciudad de València, accesible", abierto al público y que refleja muy bien lo que son las Fuerzas Armadas y el espíritu e imagen de las mismas. Para el PP es un «despropósito» desmilitarizar Capitanía y acusa al Botànic de hacer mal uso de los valores de la cultura.