El Ayuntamiento de València dispone de decenas de inmuebles y solares, algunos de ellos emblemáticos y semiabandonados, para albergar la futura biblioteca central, un proyecto para el que el consistorio quiere expropiar, por 1,5 millones de euros, el edificio del Centro Excursionista, situado en la plaza Tavernes de la Valldigna. El consistorio argumenta que este último edificio es el único, según los técnicos municipales, que reúne las condiciones de ubicación y dimensiones adecuadas. Y si recurren a la expropiación, añaden, es porque el ayuntamiento no puede atender los precios que propone la entidad bancaria propietaria del edificio.

La idea del alcalde de València, Joan Ribó, de trasladar la biblioteca central de la Plaza de Maguncia al edificio del Centro Excursionista surge coincidiendo con el desahucio de esta entidad por impago de la hipoteca. Anteriormente había mediado para evitarlo y al no conseguirlo decidió adquirirlo y negociar el precio de compra con la entidad bancaria que se quedó con el edificio. Durante más de un año, ambas partes han estado negociando, pero al final no se han puesto de acuerdo en el precio, admiten fuentes municipales, y se ha optado por la expropiación por un valor de 1,5 millones de euros, cantidad que podría elevarse si el banco acude a los tribunales en busca de un mejor justiprecio.

Esta operación viene a demostrar el gran interés de la corporación municipal por este edificio, pese a que en Ciutat Vella o proximidades existen instalaciones de titularidad municipal o de titularidad pública que podrían albergar la biblioteca central.

Otros edificios

El Monasterio de San Vicente de la Roqueta, donde el PP ya quería llevar esa biblioteca, está rehabilitado desde hace más de un año y a la espera de un uso definitivo. La nueva estructura, además, se dejó preparada para soportar pesos elevados como el de estanterías o archivos. Y su ubicación, al lado de la plaza de España, es muy céntrica.

Está también el edificio del Punt de Gantxo, en la plaza del Arzobispado, que en la actualidad está semivacío desde que se puso fin a la Mostra de Cinema del Mediterrani.

Otra opción podría ser el edificio de la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas, en la calle Micalet, que está siendo rehabilitado. Y podría entrar en la terna la antigua Delegación de Hacienda de la calle Guillem de Castro, un gigantesco complejo administrativo ahora semiabandonado.

Estos dos últimos edificios son de la Generalitat y de Patrimonio del Estado, respectivamente, por lo cual sería necesaria una cesión o una permuta, pero hay además decenas de inmuebles y parcelas en Ciutat Vella, todas de propiedad municipal, pendientes de uso.

En un reciente informe del Grupo Popular en el Ayuntamiento de València se contabilizaron más de un centenar de propiedades municipales en el casco antiguo de la ciudad. Concretamente, el ayuntamiento dispondría en la actualidad de 21 edificios y locales públicos, 75 fincas urbanas y 19 parcelas edificables.

Fuentes municipales aseguran, sin embargo, que ninguno de estos locales y edificios reúne las condiciones necesarias. Es más, aseguran que los técnicos municipales únicamente avalan el proyecto del centro excursionista, ya que el resto de edificios o no son propiedad municipal (Delegación de Hacienda y Conselleria de Administraciones Públicas) o no tienen la capacidad necesaria (Punt de Gantxo) o no están en Ciutat Vella (San Vicente de la Roqueta».

Y aseguran que han optado por el procedimiento de la expropiación del edificio del Centro Excursionista porque «es lo que más interesa a los valencianos» desde el punto de vista económico. Al parecer, el ayuntamiento no podía llegar al precio que puso la entidad bancaria. Su tope sería el millón y medio que se contempla en la expropiación del edificio.