El Ministerio de Hacienda ha solicitado al Ayuntamiento de València un cambio de usos de su antigua delegación de la calle Guillem de Castro para que se pueda construir allí un hotel. Al parecer, ya se han producido los primeros contactos entre ambas partes y ahora la decisión sería del consistorio, que es el que debe modificar la calificación y, en última instancia, conceder las licencias a las empresas que pudieran interesarse por el edificio.

La antigua Delegación de Hacienda de la calle Guillem de Castro está cerrada desde hace dos años por problemas de desprendimientos en sus techos. Todo el personal y los equipos se trasladaron a finales de 2016 a un edificio de la Plaza del Ayuntamiento alquilado para cinco años.

La idea del ministerio, sin embargo, no era rehabilitar el edificio para luego volver al mismo, sino que ha optado por hacer un nuevo complejo en la zona de la Avenida de Francia.

Ese proyecto ya está en marcha y con el edificio de Guillem de Castro ha optado por ponerlo a la venta, para lo cual se ha traspasado a Patrimonio del Estado y se han reparado los techos.

Las últimas noticias, de hecho, hablan de un giro radical en la historia de este bloque, que podría incluso ser derribado. Según ha podido saber este periódico, el Ministerio de Hacienda se ha puesto en contacto con responsables del Ayuntamiento de València para plantearles un cambio de usos, es decir, que pasara de ser una dotación pública administrativa a una dotación de carácter terciario, concretamente de uso hotelero.

Atractivo turístico

Todo parece indicar que el ministerio ya tiene una oferta de compra sobre la mesa, lo que habría provocado este movimiento. Y es que la sede de Guillem de Castro, construida en los años cincuenta, es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad. Después de su cierre como Delegación de Hacienda, se ha convertido en uno de los espacios más atractivos tanto para dotaciones públicas y administrativas como para proyectos privados, sobre todo relacionados con el turismo.

Su ubicación junto a la Plaza de San Agustín y a muy pocos metros de la Plaza del Ayuntamiento y de la Estación del Norte lo convierten en un lugar privilegiado, sobre todo ahora en que las compañías hoteleras se han lanzado a construcción de nuevas dotaciones en el centro de València.