Acció Ecologista Agró reclamó ayer al Ministerio de Medio Ambiente que responda a las alegaciones que la organización presentó hace un año a la tramitación de la renovación de la concesión del hotel Sidi del Saler.
El presidente de Agró, Jorge Mateos, se reunió ayer con el jefe de la Demarcación de Costas, Antonio Cejalvo, para abordar varios asuntos, entre ellos, la renovación de la concesión al hotel de cinco estrellas, cerrado desde hace varios años, e instada por sus actuales propietarios (Caixabank y BBVA).
La renovación de la concesión del hotel cuenta con un informe favorable de Costas si bien el Ayuntamiento de València se ha opuesto a la reapertura con informes en contra de las concejalías de Devesa-Albufera, que reclama el derribo del hotel y la regeneración ambiental del cordón dunar, y de Urbanismo, que deja fuera de ordenación el hotel, ubicado en primera línea de playa del Saler.
El alcalde, Joan Ribó, y el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, han advertido de que no darán licencia de obras ni de actividad al nuevo hotel. En el Govern de la Nau, no obstante, también hay voces que abogan por darle nueva uso al hotel y aprovechar una edificación que actualmente no tendría cabida en el Parque Natural de la Devesa-Albufera pero que una vez hecha es reutilizable. La renovación de la concesión debería en todo caso quedar vinculada a una remodelación integral del edificio, que permitiera integrarlo en el paisaje en línea como hizo el Parador del Saler, ubicado a pocos kilómetros del Sidi. La integración ambiental del Sidi, sin embargo, es mucho más compleja que la del Parador porque es una mole de seis alturas.
Para Agró, que en sus alegaciones reclama el derribo del hotel, al que califica como «el algarrobico valenciano», el hotel es imposible de integrar ambientalmente «de no ser que lo derriben y hagan cabañas», apunta Jorge Mateos. «Es un edificio antiguo y desfasado, que rompe la línea de costa y que además ya no da trabajo a nadie porque lleva varios años cerrado», añade. La oferta hotelera, asegura la organización ecologista, «está cubierta de sobra con el parador».
La plataforma insistió ayer en que no se renueve la concesión y se proceda a la expropiación del hotel como paso previo al derribo. Si se renueva la concesión, se revaloriza y entonces será más complicado expropiarlo, apostillan.
