Las segundas oposiciones para la Policía Local de València, en la que se ofertan 40 plazas para alrededor de 800 aspirantes, están resultando especialmente duras, tanto que en el primer examen, el teórico, puede hablarse de escabechina. Según ha denunciado el sindicato CSIF, apenas el 10% de aspirantes ha superado la primera prueba, poniendo en evidencia la dificultad del cuestionario, calificado de «enrevesado y complicado». Únicamente 86 de los 800 aspirantes han aprobado y apenas cuatro opositores han llegado al 7, cuando esa nota los dejaba sin plaza en las oposiciones anteriores.

La central sindical ya advirtió el pasado mes de febrero de la especial dificultad de las preguntas y denuncia que parecían redactadas «para eliminar aspirantes». Ahora, los resultados publicados han confirmado aquellas apreciaciones, aseguran. «Además de la dificultad en algunas cuestiones, en otras la contestación podía ser interpretable, e incluso había errores en la planilla de respuestas», precisan las fuentes.

Así la cosas, apenas ha superado esta primera prueba el 10% de aspirantes. De los 86, únicamente cuatro han sacado más de siete puntos, «cuando en anteriores exámenes con una media de siete te quedabas fuera». Ahora estos 86 supervivientes de la primera prueba deberán afrontar el test psicotécnico.

CSIF lamenta que, después de años estudiando y preparándose el examen, las personas aspirantes a estas plazas se encontraron con preguntas de redacción u opciones de contestación ambiguas, o que requieren respuestas tan precisas que se trata del número de un apartado de un artículo.

También había cuestiones sobre tramitación de DNI, que compete a Policía Nacional, o sobre el estatuto de autonomía de Navarra en lugar de cuestionar por el valenciano. Incluso sobre el consentimiento del padre en caso de aborto, que «puede tener una connotación más política».

La central sindical ya avisó que este tipo de prueba «da la impresión de que pretende que solo pueda superarla un mínimo número de opositores de los 800 que optaban, de manera que se reduzca mucho la cifra de quienes pasan a las siguientes pruebas y acorten los plazos».

Del mismo modo, recalcaba en la denuncia pública que hizo en febrero que «algunas preguntas resultan tan complejas y alejadas del temario que posiblemente solo pueda responderlas con exactitud un número muy reducido de personas que conozca ese tema».

El sindicato considera que quien ocupará una plaza de Policía Local debe tener la cualificación adecuada y ha de superar las pruebas necesarias. No obstante, también hace hincapié en que en un examen las preguntas deben estar claras y tienen que tratar sobre cuestiones que afrontará el futuro agente y no sobre temas que se alejan de su cometido.