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Investigación

Ataque racista a una escuela de adultos con mayoría de inmigrantes

La fachada del centro apareció pintada con una esvástica, con la puerta rota y frases insultantes

Ataque racista a una escuela de adultos con mayoría de inmigrantes

El Centro de Formación de Personas Adultas, Vicent Ventura, cuya mayoría de alumnos son inmigrantes, ha sido objeto de un ataque racista en el que no han faltado pintadas insultantes, una esvástica y la figura de un mono, que en determinados ambientes tiene claro significado discriminatorio. Los hechos, que se han repetido con cierta frecuencia en los últimos años, ya han sido denunciados ante la Policia, que ha abierto una investigación.

Según explicó la directora de la escuela, Coloma Mestre, en este centro estudian cerca de 700 personas, de las cuales «un sesenta o un setenta por ciento son inmigrantes». Sus cursos abarcan desde la alfabetización hasta la enseñanza secundaria, y también tienen cursos de castellano, valenciano o preparación para obtener la nacionalidad.

De ahí que muchos inmigrantes elijan este centro para dar sus clases. «Aquí funciona mucho el boca a boca, en cuanto llegan a València saben que aquí pueden empezar a aprender», asegura Mestre, quien constata la elevada vulnerabilidad de muchas de las personas atendidas.

Y si esa es su gran virtud, para otros parece ser un problema, porque, según la directora del centro, en los últimos años han tenido algunos ataques racistas más. El año pasado, sin ir mas lejos, le pintaron una bandera de España en la fachada y rompieron los cristales del primer piso. Y hace poco apareció un mono dibujado en la pared. Pero el ataque más graves se produjo el pasado martes. Cuando abrieron el centro por la mañana tenían un cristal roto y habían realizado dos pintadas en la fachada: una con una esvástica (símbolo nazi por excelencia) y otra en la que se puede leer «marisco y putas».

«Antes ya le habían dado un golpe a la puerta y estaba hundida, pero ahora le han dado más fuerte, asegura Coloma Mestre, que lamenta que haya gente que «no quiera que otras personas tengan los mismos derechos que ellos».

Ahora, después de poner la denuncia ante la policía, toca reparar los daños físicos, porque los morales no tienen fácil tratamiento. En las próximas horas se cambiará el cristal y el lunes se pintará la fachada, todo para que el curso que viene esté todo en condiciones para retomar la actividad en las condiciones, eso sí, que permita la crisis del coronavirus.

«Ahora no hay alumnos, pero queremos que el próximo curso esté todo bien», dice.

El Centro de Formación de Personas Adultas Vicent Ventura se creó con la Ley de Adultos de 1995 con la colaboración de Comisiones Obreras y la Conselleria de Educación. Ahora, no obstante, es de titularidad autonómica totalmente.

Según Mestre, en toda València hay otros siete u ocho escuelas de estas características.

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