Víctor Romero, Valencia

Los contratos se adjudican de manera directa sin mediación de procedimientos que garanticen la concurrencia de ofertas, según ha podido saber este diario de fuentes de la empresa mixta participada por Aguas de Valencia (80%) y el Ayuntamiento de Valencia (20%).

En conjunto, las dos empresas de Castelló ejecutarán obras por valor de 3,1 millones de euros en actuaciones directamente relacionadas con la Avenida del Puerto y 600.000 euros por la renovación de una tubería que conecta también con esa vía.

La cifra comprometida es superior a la mitad de todo el plan de inversiones previsto por Emivasa para la ciudad, que asciende a 6,2 millones de euros y que fue aprobado por el consejo de administración el pasado 24 de octubre.

El mismo consejo acordó hace más de dos años propiciar la concurrencia de ofertas cuando las obras contratadas superasen 1,2 millones de euros. Del mismo modo, el consejo estableció que la variedad de ofertas debía ser supervisada por un técnico de Emivasa y por el jefe de servicio del Ciclo Integral del Agua.

No obstante, las obras acometidas ahora por Lubasa y Facsa, según las mismas fuentes, comenzaron a contratarse en el mes de septiembre y se abonan mediante certificaciones, sin que exista un contrato por las actuaciones en conjunto.

Tanto Facsa como Lubasa son accionistas de Aguas de Valencia. En el caso de la primera su papel de verdadera beneficiada a la hora de hacer valer su participación en la centenaria empresa de aguas ha quedado en evidencia además tras resultar ganadora del concurso de suministro de Toledo.

Aguas de Valencia renunció a presentarse a este concurso, que contempla un contrato por 25 años con un inversión de 36 millones de euros.

Según fuentes solventes, la empresa Gestagua de Saur Internacional (también socia de Aguas de Valencia con el 33%) cedió incluso el socio local Gravesa, con el que ya mantenía conversaciones para facilitar el acceso de Facsa al contrato.

Bloqueo

La falta de un accionistas mayoritario en Aguas de Valencia obliga a mantener constantes equilibrios entre los socios y ha desembocado tras diversas crisis en un bloqueo de la expansión de Aguas de Valencia. Facsa se ha convertido en el socio que verdaderamente dirige la estrategia de la compañía. El nuevo director general, Francisco Zorrilla, proviene de Egevasa y está considerado persona cercana a la empresa castellonense. Zorrilla sustituyó a Alberto Alonso Poza, quien dejó la compañía después de intentar que la empresa ganase el concurso de Santander sin atender la opinión del consejo de administración. Aguas tampoco ha acudido al concurso de Tenerife, un contrato que fue estudiado y trabajado por la dirección anterior a Alonso Poza, la de Aurelio Hernández y Francisco Pontes.

Ninguno de los socios de Aguas de Valencia parece ahora dispuesto a hacer sombra a la empresa de Castelló -el Banco de Valencia tiene en Facsa a uno de sus buenos clientes- de suerte que la empresa de Viuda de Gimeno podría a medio o largo plazo convertirse en la gran firma de aguas de la Comunidad, por encima incluso de Aguas de Valencia.