H. García, Valencia

La candidata socialista a la alcaldía de Valencia, Carmen Alborch, recorrió ayer los barrios del Cabanyal y Canyamelar para trasladar a los vecinos y potenciales votantes la voluntad del PSPV de rehabilitar el barrio renunciando, tal como ha defendido el grupo municipal socialista, a la polémica prolongación de Blasco Ibáñez promovida por el gobierno de Rita Barberá y que supondrá el derribo de 800 edificios. La candidata manifestó su preocupación por el «desamor» del gobierno del PP hacia un barrio que, según ella, «hay que mimar» y con el que se debe «hacer justicia». Alborch, que confía en invertir los resultados de los últimos comicios municipales donde el PP obtuvo mayoría en los barrios del Marítimo, recorrió la zona del bulevar San Pedro, donde se han efectuado varios derribos, y visitó el mercado del Cabanyal, donde tuvo ocasión de atender las peticiones de los vecinos.

La visita que comenzó a las 10.30 y acabó pasadas las 13.30 horas concluyó en la sede de la asociación de vecinos del Cabanyal, ubicada en la calle del Padre Luis Navarro que se encuentra totalmente levantada por las obras de reurbanización que lleva acabo el ayuntamiento y que han puesto en pie de guerra a los residentes. Alborch aludió ayer a la «falta de planificación» en estas obras que ha suscitado una fuerte reacción de rechazo de los vecinos, que obligaron al equipo de gobierno a dar explicaciones en un pleno extraordinario de la junta del Marítimo.

Alborch habló ayer de democracia participativa, de más equipamientos y de VPO. Apuntó que con el plan especial del Cabanyal, que incluye la prolongación de Blasco Ibáñez,el gobierno de Barberá «ha impulsado el enfrentamiento y la división en el barrio». La candidata hizo estas declaraciones en presencia del portavoz de la asociación de vecinos del Cabanyal, Vicente Gallart, y del presidente de Salvem Cabanyal, Faustino Víllora, quien le emplazó a promover «un debate vecinal previo a las elecciones para intentar superar la fractura social generada por el PP en el barrio». Alborch recogió el guante y aseguró que «es el momento de propiciar el consenso social» y apostó por recuperar el diálogo con los vecinos.

Gallart explicó a que el barrio necesita un «plan de choque para eliminar la percepción de degradación» que provocan las calles donde se acumula basura, los solares degradados, con ratas y sin vallar o la venta de droga a plena luz del día. Gallart defendió la redacción de «un nuevo plan especial para el Cabanyal sin prolongación y teniendo en cuenta que los cambios derivados de la Copa del América». La candidata apuntó al respecto que «ha sido una pena que no se haya aprovechado la Copa del América para rehabilitar el barrio».

El equipo de gobierno replica

El concejal de Relaciones con los Medios, Miquel Domínguez, quiso darle la replica a la candidata y en un comunicado aseguró que Alborch sólo critica sin aportar propuestas positivas. Domínguez reprochó a la candidata que «no se ha preocupado en 15 años por la ciudad» y de cambiar de criterio con la prolongación de Blasco Ibáñez que en principio el PSPV defendió.