S. G., Valencia

Como ocurriera en su día con la Copa del América, los alrededores del futuro circuito urbano de Fórmula 1, han empezado a notar sus efectos cuando todavía no han comenzado las obras. La simple firma del contrato entre la firma Valmor y el magnate de la F1 Bernie Ecclestone, en presencia del presidente de la Generalitat Francisco Camps, e incluso los rumores y noticias anteriores han bastado para que se oferten ya en la ciudad pisos con vistas a las carreras.

Enfrente del delfinario de la Ciutat de les Arts i les Ciències una vivienda cuesta más que hace unos meses. «Es que por aquí se hará el circuito» , justifican las inmobiliarias. Lejos de temer los inconvenientes, como los cortes de tráfico y el ruido, el proyecto se «vende» como un valor añadido. En Internet pueden leerse anuncios de pequeños pisos «con acabados de lujo, con la playa a unos 3 kilómetros y delante del futuro circuito de Fórmula 1» en el entorno de las Ciencias y la Alameda y apartamentos en la misma zona «con vistas» a las pruebas. Una inmobiliaria publicita, por un precio algo inferior, un piso al uso en la calle Padre Porta, 115 metros cuadrados y en una finca de 25 años pero «muy cerca de la playa y junto al puerto donde se desarrolla en estos momentos la Copa del América y al lado de donde se hará el año que viene el circuito urbano de Fórmula 1» .

El diseño del circuito, que apenas toca casco habitado excepto en los barrios por desarrollar aún del Grao y en la calle J.J. Dómine con más oficinas que viviendas, no parece apto para los balcones con vistas. Pero al mercado no le importa. Incluso lejos, en las proximidades de Viveros, hay a la venta una vivienda «en una zona de excelente inversión y próximo al circuito urbano de fórmula uno» . Se trata de las primeras señales en un área que todavía nota la competición de vela. Estos reclamos todavía no pueden traducirse en cifras de revalorización. Fuentes del Colegio de Agentes Inmobiliarios señalaron que no pueden valorar este posible efecto que se haría extensivo a los comercios y los hoteles situados estratégicamente. Las guías turísticas incluyen referencias al circuito y enlaces con las últimas noticias del motor y algunos blogs de inversión inmobiliaria apuntan hacia este lugar.

El modelo es, cómo no, Móncaco. Las terrazas desde las que se divisa allí el circuito se cotizan a razón de 2.000 euros por persona y semana. El hotel Hermitage vende a sus clientes sillas en la terraza a 600. El alquiler de un estudio pasa esos días de 1.000 a 3.000 euros al mes. Y lo mismo ocurre con los amarres.