Levante-EMV, Valencia.

La Conselleria de Medio Ambiente y el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar, han concluido las obras de restauración del marjal de Rafalell i Vistabella, un área que comparten Valencia, Massamagrell y Massalfassar, con una inversión de 300.000 euros a cargo de los fondos de la Unión Europea para el desarrollo (FEDER).

El conseller José Ramón García Antón, destacó ayer el «gran valor» de la actuación, ya que la marjal de Rafalell «es un resto de los marjales que un día se extendieron al norte de la desembocadura del río Turia, desde Alboraya hasta Sagunt».

Precisamente ahora se cumplen 20 años de un intento de convertir este humedal en una urbanización marina por medio de una recalificación. Un empresario francés, Jacques Lacroix, negoció con el Ayuntamiento de Valencia presidido por el socialista Ricard Pérez Casado y con la Conselleria de Obras Públicas que dirigía el entonces también socialista Rafael Blasco la transformación del marjal en una urbanización a cambio de dinero en metálico para el ayuntamiento, 500 millones de pesetas de entonces, pero el rechazo que suscitó el proyecto y las dudas que planteó incluso en el PSP-PSOE abortaron la operación.

Ahora, el marjal de Rafalell i Vistabella cuenta con una superficie de 100 hectáreas incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunitat Valenciana, lo que le otorga la categoría de suelo no urbanizable de especial protección. El uso del suelo predominante es el ambiente marjalero, con vegetación palustre. La alimentación de este humedal procede de aguas subterráneas y retorno de riegos, y su descarga se lleva a cabo de forma natural por ullals, y al mar por canales.

Entre las actuaciones desarrolladas destacan la eliminación y retirada de residuos sólidos; limpieza de los sedimentos y depósitos de las acequias para que recuperen su capacidad de drenaje; construcción de motas con los materiales depositados en actuaciones anteriores y los materiales de limpieza del lecho de las acequias.

El proyecto incluye, asimismo, la vegetación de ribera característica de la zona de marjal, mediante la plantación de especies como Populus alba, Tamarix gallica, Salix alba y Ulmus, que actuarán como barrera acústica y biológica, de modo que marquen el límite entre el entorno urbano y el marjal.

Otro de los puntos del proyecto es la instalación de señalización informativa y construcción de una pasarela de acceso al área de interpretación del humedal, así como la construcción de un observatorio de aves protegidas, muchas migratorias.

Entre pastizales húmedos, juncales y carrizales a modo de mosaico, así como la saladilla de carácter endémico limonium angustebracteatum, destaca la potencialidad del marjal para albergar el crustáceo de agua dulce Palaemonetes zariquieyi y. también el valor de los canales y acequias como hábitat del fartet y del samaruc.