Esta es una casa hecha exactamente a medida de los gustos de los dueños, quienes deseaban espacios amplios y poco cargados, con mucha luz y diáfanos.

La decoradora Fabiola Fernández, de Estudio If, fue la encargada de convertir esta amplitud en un acogedor recogimiento, y lo logró con un mobiliario justo, nada recargado y una paleta en la que predominan los tonos blancos y grises con algún apunte de color, como en la cocina o en los dormitorios infantiles.

Pocas piezas y de diseño ligero para no competir con las vistas ni con la claridad natural. "Nada más entrar en la vivienda tenemos la sensación de frescura y calidez al mismo tiempo", explica Fabiola. "Lo que más impresiona -prosigue- es la gran escalera con pasamanos de acero y la altura de este recibidor totalmente abierto y diáfano".

Y es que este elemento -la escalera- se convierte en el eje que articula la distribución y comunica los ambientes de la planta baja -salón comedor, cocina, aseo- con el área de descanso del nivel superior.

La cocina -de Santos, en blanco, con encimera de silestone- se distribuye en una amplia zona que incluye un office para los desayunos".

La península -dice la interiorista- es el punto original de esta estancia y donde colocamos amplios gaveteros para organizar de forma totalmente ergonómica toda la loza, cubiertos y batería de cocina". El rojo de la pared contrasta con el blanco de los muebles y el gris de la encimera, mientras que el papel en la otra pared aporta una nota desenfadada.

Se juega también con dos alturas en el techo para diferenciar la zona de paso y la zona de trabajo y office. Los suelos en la cocina y en el resto de la planta baja se colocan en porcelánico imitación tarima que consiguen dar un tono cálido.

Arriba se ubican los dormitorios. En el del artista de la casa -uno de sus jóvenes miembros es aficionado a la pintura- se optó por los tonos verdes y no faltan las cajas de colores. La niña se decantó por el rosa -su color favorito- unido a un papel en los mismos tonos.

El dormitorio de matrimonio -con cuadros pintados por el pequeño talento-, con un amplio vestidor, se decora de manera sencilla en tono negro, blanco gris. El alicatado del baño en tonos negros y blancos es sobrio, discreto y elegante.