Hoy les mostramos una casa bellísima dotada de una modernidad que bebe de todos los elementos que han conformado el estilo mediterráneo que va cubriendo las costas de nuestro mar a través de los siglos y muchas culturas en las que el patio se entiende como elemento arquitectónico primordial, alrededor del cual gira todo.

Son muchas las casas y edificios de nuestras ciudades en las que encontramos el patio como un medio habitual de organizar su forma. Éste, al particulizarse en un lugar y con los determinantes de una cultura, ha adoptado muy diferentes papeles en la arquitectura y cabe pensar que por su diversidad, el patio es antes una predisposición al asentamiento que un tipo bien definido.

Sin embargo, en la arquitectura moderna cada vez se recurre más a él, desmintiendo el tópico de que en el movimiento moderno se busca romper con la tradición histórica. Hoy se recurre al origen y razón de ser de las formas remotas y ancestrales.

A la esencia de lo imperecedero y el patio lo es como forma labrada por el tiempo, no por su tamaño ni por su posición frecuentemente centralizada, sino porque probablemente haya sido el germen de muchos edificios.

Esta vivienda unifamiliar y aislada, obra de Flexo Arquitectura SLP de Aixa del Rey, Tomeu Ramis y Bárbara Vich, y el aparejador Andreu Roig, situada en Cala d´Or, una elegante zona costera de Mallorca, ocupa una parcela de mil metros cuadrados con un fuerte desnivel desde la calle hacia las vistas, que no coinciden con la buena orientación.

La vivienda se coloca en la parte alta del solar, próxima al acceso, liberando el máximo espacio para el jardín en la zona abierta a las vistas al mar. Un volumen compacto queda perforado por cuatro patios especializados de distintas alturas, grada, tendedero, patio de juegos y jardín que proporcionan ventilaciones cruzadas y situaciones de asoleo óptimo y aprovecha el desnivel de la parcela para albergar en una planta baja semienterrada una sala de estar con cocina exterior y una serie de estancias que conforman la casa de verano, vinculada a la piscina, mientras que las dos plantas superiores se destinan a la casa de invierno, relacionadas entre ellas por dos escaleras.

En la casa de verano la sala se configura como una gran estancia exterior bajo cubierto, protegida del sol y expuesta a la brisa marina.

En la casa de invierno, un amplio mirador en la planta de acceso permite vistas lejanas sobre el puerto, mientras que las demás estancias se abren a los patios, esquivando la mirada directa sobre los vecinos.

Flexo Arquitectura utilizó un sistema constructivo sencillo formado por muros de carga cerámicos, pilares metálicos y forjados de losa de hormigón y materiales tradicionales de la zona, como el revoco de la fachada pintado de blanco que favorece la reflexión de la luz en los patios. Y el cañizo en el porche del mirador, fácilmente reemplazable, de confección isleña, bellísimo. Estéticamente perfecto.