Lo retro vuelve y esta tendencia entra en las casas para quedarse. Dar un toque vintage a la cocina puede aportar un aire muy personal a cualquier vivienda.

Es el momento de desembalar la vajilla de la abuela para colocarla en un lugar vistoso de la cocina como por ejemplo en una alacena con puertas de cristal. Si entre tu herencia no estaba este gran tesoro, las tiendas de decoración cuentan con modelos de platos, tazas o vasos inspirados en este estilo, a precios muy asequibles. También, puedes recurrir a juegos de té o café.

Los fabricantes de electrodomésticos han apostado también por esta tendencia y presentan hornos, neveras, lavavajillas o lavadoras con estética de los años 50 pero con la funcionalidad del siglo XXI. Los aparatos electrónicos más pequeños como tostadoras o cafeteras también son una solución muy práctica y económica para lograr una cocina vintage.

Los mercadillos y las tiendas de segunda mano están llenas de viejas sillas y mesas de este estilo, fáciles de restaurar. Cúbrelas con mantelerías de rayas, cuadros, lunares o topos y dale el gran toque a tu comedor.

Por último abusa de centros florales, cestas de mimbre, cubos de metal y bandejas para tartas. Obtendrás una cocina con un ambiente cálido y personal.