A pocos metros de la costa cantábrica, tras un camino de losas de hormigón que atraviesa un jardín, se abre un gran portón de madera. Las voces de niños recuerdan que en la casa vive una familia que sabe compaginar la tranquilidad y el ajetreo infantil. Es una casa luminosa con una sencilla distribución en tres cubos, situados en una parcela estrecha con forma de trapecio. Las diferentes estancias miran al sur, hacia el sol, mientras que las zonas de paso se sitúan al norte.

Los arquitectos Iria Comoxo y David Olmos (OmasC)Iria ComoxoDavid Olmos explican que el interior "se concibió racionalmente para que fuera práctico, potenciando la entrada de luz natural y la comunión con el exterior". Así, con la luz como gran aliado, diseñaron una vivienda que consta de planta baja, donde están el salón, el comedor y la cocina, abiertos al exterior gracias a unos paños de vidrio deslizantes y a la continuación del pavimento del mismo tipo de madera hacia los porches; una planta sótano que básicamente reúne las instalaciones, el garaje y una sala polivalente, y una planta primera donde están los dormitorios. Entre dos de los tres volúmenes que componen la vivienda se sitúa el jardín.

En esa búsqueda de la sencillez y la luz, los únicos materiales y colores que emplean los arquitectos son el blanco para el acabado del revestimiento exterior, los tabiques interiores y la cocina; la madera de doussié en los suelos, la carpintería interior y el mobiliario fijo, y el aluminio para la carpintería exterior.

Con la orientación norte-sur y los acabados diferenciados de las fachadas se optimiza la climatización natural en una zona de inviernos fríos y veranos no excesivamente rigurosos como es la costa cantábrica. La fachada sur es prácticamente toda de cristal, pero la norte apenas tiene aberturas, y el exterior de la casa se ha revestido con un aislamiento térmico continuo acabado en mortero acrílico que reduce los puentes térmicos y la necesidad de calefacción en invierno. Los paneles solares ubicados en las cubiertas satisfacen la totalidad de la demanda de agua caliente y parte de la calefacción, que es por suelo radiante.