¿Es posible vivir en una casa en el campo con sólo 15 metros cuadrados de espacio disponibles? La norteamericana Brittany Yunker no sólo ha demostrado que sí, sino que ha convertido esta vivienda en objeto de deseo para decenas de ciudadanos que cada año alquilan su bungalow en Bayside, en la ciudad de Olympia (Washington).

Esta diminuta casa, decorada con gusto y calidez, es un buen ejemplo de lo que se ha venido a denominar Tiny House, un movimiento social surgido en Estados Unidos que promueve las viviendas a pequeño tamaño. En este caso, el pequeño bungalow de Brittany Yunker, que le supuso una inversión de unos 19.000 dólares y tardó 5 meses en construir, tiene una superficie aproximada de 15 metros cuadrados. Un tamaño diminuto que, en cualquier caso, no es impedimento, como se puede ver en las imágenes, para que cada detalle luzca con sus mejores galas.

Siguiendo las pautas del movimiento Tiny House, aunque este bungalow rodante -dispone de ruedas para facilitar su traslado- se concentra en un espacio muy reducido, cada uno de sus elementos ha sido pensado para hacer lo más cómoda posible la vida de sus inquilinos. En este sentido, nada está colocado al azar. Por ello, en principio no es esta una elección recomendada para personas desordenadas, ya que sin duda el orden es fundamental para sentirse a gusto en su interior.

El uso de la madera otorga una gran calidez a la vivienda, cuyas pequeñas dimensiones se ven compensadas por la altura del techo, que permite dotar de mayor amplitud visual a la estancia. De la misma manera, las ventanas garantizan una gran luminosidad interior que también permite que el bungalow gane en espacio y evita agobios.